Exigen su derecho al agua y detener el desvío del vital líquido para obras públicas y desarrollos habitacionales.
En lo que fue la segunda marcha de la Asociación de Propietarios de Agua de Riego de Arteaga, ambientalistas y consumidores afectados en la cabecera municipal, se quejaron ante el alcalde Ramiro Durán del desabasto, consumo de líquido no potable y uso del acuífero para otros fines.
No obstante, lo caldeado por momentos de los reclamos de los manifestantes, al final desecharon la propuesta del edil de establecer mesas de diálogo para llegar a una solución y el envío de pipas de agua por el momento donde se careciera del vital líquido. De manera pacífica marcharon alrededor de 100 personas desde la Alameda, en la entrada del pueblo mágico, hasta la presidencia municipal para entregar su pliego petitorio consistente en 17 peticiones.
17 peticiones. Entre ellas las principales: priorizar el abasto de agua potable a la cabecera municipal, informe escrito del programa de abasto a pobladores, pequeños propietarios, agricultores y ejidatarios de la cabecera; no más factibilidades hidrológicas para desarrollos habitacionales ni industriales.
Además, crear un Consejo SIMAS ciudadano, aplicar un sistema de macro medición, certificación del agua de calidad emitida por un laboratorio acreditado, estudio del acuífero en cuanto a disponibilidad, abasto y suficiencia, así como destinar a la inversión de una planta de tratamiento de aguas residuales. Luego de mencionar que en la petición estaban incluidos los manantiales de extracción que están en riesgo: Los Álamos, San Vicente, Los Chorros y Ojo Negro, los quejosos llegaron a la Presidencia Municipal y exigieron su derecho al agua ante la temporada de calor que ha causado desabasto además de detener el desvío del vital líquido para obras públicas y desarrollos habitacionales e industriales por parte de la Presidencia Municipal. Secundado por tres regidores y el director de SIMAS Arteaga, Gabriel Orzúa, el alcalde Ramiro Durán les respondió y pidió establecer varias mesas de diálogo pacífico con el fin de llegar a un acuerdo y enviarles de inmediato pipas de abasto para que tuvieran agua en sus casas, sin embargo, los manifestantes no accedieron.
