El Aston Villa es el equipo de moda de la Premier League. Lo ha logrado por méritos propios. Lo demostró ante el Manchester City y eso era una gran advertencia para el Arsenal, que aun así empezó por detrás del marcador tras un jugadón del equipo de Unai Emery.
No tardó ni diez minutos en ponerse por delante el cuadro de Birmingham. Lo hizo, como no, en una de sus clásicas jugadas verticales que tanto daño hacen a sus rivales.
Solo hubo un pase atrás, el de la asistencia. Puso rápido la jugada en botas de Bailey por fuera, regateó y se la sirvió en el área a McGinn, quien tras revolverse con su control fusiló a David Raya.
