Si eres un apasionado de los autos veloces y también de los videojuegos, seguramente ya sabes que la película "Gran Turismo" está a punto de llegar a las salas de Cinépolis y Cinemex. Este título es reconocido por ser un famoso videojuego, pero la película protagonizada por Orlando Bloom y David Harbour también incorpora una historia real intrigante.
La trama se centra en Jann Mardenborough, un hábil jugador de Gran Turismo cuyo sueño más profundo era tener la oportunidad de tomar el volante de un auto real. Su vida da un giro inesperado cuando la compañía Nissan decide patrocinar una carrera con todas las reglas del juego, brindándole a Jann la oportunidad de poner a prueba sus reflejos. Sin embargo, se verá obligado a cambiar el control de los videojuegos por el complejo manejo de una máquina impulsada por gasolina y caballos de fuerza.
Archie Madekwe fue el elegido para dar vida a Jann en la pantalla grande. Sin embargo, surgió un desafío: el joven actor no sabía conducir y su personaje requería un alto nivel de habilidad al volante, ya que muchas escenas de acción se filmaron en locaciones reales, en lugar de recurrir a efectos visuales por computadora (CGI).
En una entrevista con ScreenRant, Madekwe compartió cómo superó este reto y cumplió con las exigencias del papel."Sí, pasé mi examen de manejo una semana antes de comenzar la filmación, y había mucho en juego. Solo tenía dos semanas para aprender. Fue un proceso muy acelerado. En ese momento, también estaba filmando otra película y tomaba clases de manejo por las noches. Todo fue muy intenso, lo que añadió un nivel adicional de intensidad", comentó el protagonista de Gran Turismo.
A pesar de que el factor humano-máquina era crucial en la película, Madekwe también reveló que tuvo que perfeccionar sus habilidades como piloto en el videojuego. Esto no fue tarea fácil, ya que aseguró que los fanáticos y jugadores experimentados notan hasta el más mínimo detalle. "Pero cada escena en la que me ves jugando Gran Turismo, la estoy jugando en la vida real. Tenía que ser competente, y había una presión inmensa en ese sentido, porque los fans son muy meticulosos. Saben si alguien es bueno o no. Necesitábamos asegurarnos de que yo supiera jugar".
Además, agregó: "En muchas de esas escenas, David estaba detrás de mí, gritándome instrucciones, asegurándose de que lo hiciera correctamente y de que mantuviera las manos en la posición adecuada". Yo ponía mis manos en el volante y él decía: ‘No, sosténlo así. Los conductores del simulador te critican si levantas las manos de esa manera’.
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