Bienvenidos a su humilde columna, que ni es humilde ni es su columna.
Dicho lo anterior, comenzamos.
Esta semana arrancó con noticias impactantes, con la triste partida de un atleta monclovense de tan solo 30 años. Eduardo, conocido por muchos, dejó este mundo terrenal en circunstancias que han destapado un tema polémico: la Ayahuasca. Esta antigua técnica de curación, basada en medicina ancestral, ha estado en tendencia gracias a TikTok y a aquellos que se autodenominan chamanes y lideran estas ceremonias. Eduardo perdió la vida después de participar en una de ellas.
Puede que se pregunte, ¿qué es esa "ayamura" o cómo dijo la mujer?... ¡AYAHUASCA! Si no está familiarizado con ella, permítame informarle que yo también tenía conocimientos limitados sobre el tema. Sin embargo, me sumergí en su estudio para entender de qué se trata, ya que el chamán a cargo de la ceremonia en Monclova afirmó que Eduardo no murió debido al brebaje que ingirió. De hecho, su familia contactó al chamán para que trajera la "experiencia" a Monclova, y según los entendidos, estas ceremonias no son precisamente económicas.
La Ayahuasca es una bebida tradicional utilizada en la medicina chamánica y en rituales religiosos en algunas culturas indígenas de la Amazonía, especialmente en países como Perú, Ecuador, Colombia y Brasil. Se elabora a partir de dos plantas principales: la liana Banisteriopsis caapi y las hojas del arbusto Psychotria viridis o de otras plantas similares. La Ayahuasca contiene una sustancia psicoactiva llamada DMT (dimetiltriptamina), que es un alucinógeno natural. Cuando se ingiere, la DMT se activa y produce efectos psicoactivos, incluyendo visiones, experiencias espirituales y cambios en la percepción de la realidad.
Parece que esta bebida "mágica" está de moda entre los jóvenes, ya que ofrece un viaje hacia el yo interior, confrontando todos los demonios en menos de doce horas. Sin embargo, la historia de Eduardo es un recordatorio de que este asunto puede ser peligroso.
La relación entre la Ayahuasca y la muerte de Eduardo plantea preguntas importantes. Eduardo tomó la bebida y, horas después, colapsó y murió, aparentemente debido a un infarto. Aunque se mencionó que en la autopsia se encontraron rastros de metanfetaminas, el chamán desmintió esta teoría. Según él, en una conversación con amigos de Eduardo, se supo que el joven había consumido bebidas energéticas, lo que podría haber influido en su trágico final.
Las autoridades se han quedado perplejas, al igual que muchos de nosotros cuando escuchamos por primera vez sobre la Ayahuasca. La quinta donde se llevó a cabo la ceremonia ni siquiera tenía permisos y fue clausurada. Este episodio plantea la necesidad de una regulación más estricta y una mayor comprensión de los riesgos asociados con la Ayahuasca.
En resumen, esta tragedia ha arrojado luz sobre los peligros potenciales de la Ayahuasca y la importancia de regular adecuadamente estas prácticas para garantizar la seguridad de quienes participan en ellas. Enviamos nuestras condolencias a la familia de Eduardo en este momento de irreparable pérdida.
¿Y usted? ¿Participaría en una ceremonia de Ayahuasca? La respuesta a esta pregunta es personal y, en última instancia, depende de la comprensión y evaluación de los riesgos involucrados en estas experiencias.
