Bolsonaro, el tercer ex-presidente de Brasil que es descalificado.

Jair Bolsonaro se convirtió este viernes en el tercer ex-presidente brasileño que queda inhabilitado para postularse a cargos electorales o desempeñar funciones públicas, luego de ser condenado en el tribunal electoral por abusos de poder en las elecciones de 2022. 

Con esa determinación y sin agotar todos los recursos, el líder ultraderechista, de 68 años, quedará imposibilitado de participar en cualquier elección en los próximos ocho años.

Por 5 votos a favor y 2 votos en contra, el Tribunal Superior Electoral emitió una condena en su contra por utilizar su posición como jefe de Estado (2019-2022) "para degradar el ambiente electoral" y generar un estado de "paranoia colectiva" mediante "informaciones falsas" y "mentiras atroces".

Bolsonaro se une a otros dos expresidentes brasileños que también perdieron en algún momento sus derechos políticos desde el restablecimiento de la democracia en 1985. 

Lula da Silva condenado por corrupción

El presidente actual, Luiz Inácio Lula da Silva, también fue considerado inelegible, pero por una razón diferente.

En 2018, el líder progresista fue condenado en segunda instancia a 12 años y 1 mes de prisión por un caso de corrupción.

Esa sentencia lo enmarcó dentro de la conocida "Ley de Ficha Limpia", que impide a los condenados en segunda instancia postularse para cargos electivos.

El Partido de los Trabajadores (PT) intentó nominarlo como candidato presidencial en las elecciones de 2018, que finalmente ganó Bolsonaro, pero la Justicia electoral rechazó su registro debido a su condena en un tribunal de apelación. 

No obstante, en 2021, el Tribunal Supremo anuló esas y otras condenas por corrupción contra Lula, lo que le permitió recuperar sus derechos políticos y presentarse en las elecciones presidenciales de 2022. En dichos comicios, Lula saldría victorioso por un estrecho margen frente a Bolsonaro.

Fernando Collor también fue inhabilitado a pesar de haber renunciado a la presidencia.

Collor gobernó de 1990 a 1992 y durante su mandato enfrentó acusaciones de participar en una trama corrupta. Estas acusaciones llevaron al Congreso a iniciar un juicio político con el objetivo de destituirlo.

En medio de una seria crisis económica, Collor renunció con el propósito de evitar ser destituido por el Congreso y preservar sus derechos políticos. Sin embargo, a pesar de abandonar la presidencia, el Senado aprobó su inhabilitación por un período de ocho años.

En 2006, se postuló para las elecciones al Senado y logró obtener un escaño por el estado de Alagoas. 

En mayo pasado, el Tribunal Supremo dictaminó una condena de ocho años y 10 meses de prisión por corrupción y lavado de dinero contra él. Se le acusó de recibir sobornos entre 2010 y 2014 durante su período como senador.

Collor se encuentra en libertad mientras se resuelven los recursos presentados por su defensa. 

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