Manolo supo hacer bien la tarea y jamás se salió del protocolo que le indicaron desde antes de que iniciara el famoso debate.
"Mucho ruido y pocas nueces", es justamente con la frase que muchos calificaron el debate del pasado domingo entre los candidatos que buscan la gubernatura de Coahuila con los actores de Manolo Jiménez por la alianza PAN-PRI-PRD, Armando Guadiana por Morena, Ricardo Mejía Berdeja por el PT y Evaristo Lenin Pérez por el Partido Verde y la UDC.
Los debates fueron hechos para que los candidatos puedan dar propuestas concretas sobre los proyectos de trabajo que piensan realizar en los diferentes temas o rubros y realmente se terminó el debate sin aportar nada positivo perdiendo todo su tiempo en ataques hacia el resto de los candidatos buscando cada uno el protagonismo en los tiempos que se les abrió el micrófono.
Por su parte Manolo Jiménez tomaba respiros cada vez que el resto de los candidatos lo atacaba, fue el más golpeado y parecía el blanco en cada tiro que lanzaba sus contrincantes, pero supo contenerse y no cayó tanto en el juego de los ataques al que sus homólogos incurrieron.
Supo responder en el minuto que se les brindaba por parte del panel o presentadores y regularmente en la mayoría de sus turnos consumía poco menos del tiempo otorgado.
Se mantuvo siempre sereno y no se prestó al juego del resto de los candidatos. Manolo supo hacer bien la tarea y jamás se salió del protocolo que le indicaron desde antes de que iniciara el famoso debate, cumplió a cabalidad con cada una de las recomendaciones que le hicieron quienes lo han manejado hasta el momento de manera política.
Al que le llovieron críticas fue a Armando Guadiana, se la pasó criticando y atacando a quienes tenía en cada lado, a Manolo no lo bajó del Enrique Peña Nieto de los Moreira, el candidato bonito que ofrecerá más de lo mismo mientras que a Mejía Bedeja intentó desenmascararlo con que no es el candidato de la 4T, que solo hay una Cuarta Transformación y esa le corresponde solo a Morena.
Le preocupaba más que le robaran su sombrero sudado que proponer sus propuestas, con esta acción intentaba decirles sutilmente a los demás candidatos que eran unos ladrones, pero mientras más avanzaba más quedaba mal el candidato de Morena considerando que nadie del estrado le interesaba el sombrero, mismo que puso en una ocasión sobre el micrófono impidiendo que se escuchara bien su audio.
Luego manifestó sus ganas de ir al sanitario diciendo que no se había preparado exhibiéndose el mismo y dándole armas a los demás para que pensaran en que a su edad es mejor retirarse con dignidad que estar buscando una gubernatura que demanda demasiada atención, trabajo y tensión que le robaría más años a su vida.
Guadiana tampoco dio muchas propuestas y no reclamaba más tiempo para dar a conocer muchas cosas que son obra de Morena y no tanto de él, a excepción del proyecto de Agua Saludable para La Laguna que se cansó de repetir en que fue una petición que personalmente le hizo al presiente de la República.
Por el PT, Ricardo Mejía Berdeja, no ha soltado su "cantaleta", del “Moreirato", aprovechó cada segundo para atacar a Manolo y todo lo hecho por los gobernadores que han pasado en los últimos tres sexenios en Coahuila.
El tema del fentanilo, cristal y otro tipo de drogas no los pasó desapercibidos culpando al candidato del PRI-PAN-PRD como parte de su estrategia.
Sin embargo, el que mejor se vio de los cuatro y que sus comentarios fueron los más acertados sin duda fue Lenin Pérez, muy centrado, neutral y con mayor intelecto, pero es de todos sabido que su partido no tenga el peso que se necesita.
