La Entrevista con Aída Guardiola Ramírez

"Ética, compromiso y amor a su familia hacen su vida plena". 

Aún no concluía la primaria, tendría 12 o 13 años cuando ya había decidido lo que estudiaría, ser abogada, estudiar leyes y hacer justicia y no solo su vocación se definió a temprana edad, también su temple fuerte, su voz clara y precisa para hablar, que hasta hoy su desempeño en la abogacía se ha destacado por sus conocimientos, experiencia y audacia, así que el nombre de Aída Margarita Guardiola Ramírez es un referente jurista.

Pese a que representó casos relevantes y polémicos que estuvieron en el interés público por largo tiempo, para ella no existe la clasificación de los casos, pues imprime en cada uno de los que atiende el mismo compromiso de brindar a la persona el respaldo que necesita en representación legal.

Familia. Si bien, Aída Guardiola es rigurosa e implacable en su trabajo, su familia es el suave remanso en el que se apoya y son su motivación, primero sus padres, José Arsenio Guadiola Pérez y María Magdalena Ramírez Reyna, de quien dijo, "son muy importantes en mi vida"; sus 3 hijos, Denis Michael Aguirre Guardiola, Aida Cristina y Luisa Fernanda, así como su nieta, la pequeña Rafaela Cárdenas Aguirre, hija de Cristina. 

¿Cuáles son las habilidades que desarrollas en tu carrera?

"Durante todo el tiempo del desarrollo de la profesión de la abogacía, que me apasiona, la habilidad que más he desarrollado es la conciliación, la mediación para resolver problemas, no importa que yo como abogada gane lo que puedo ganar en un juicio que puede durar años, para mí la satisfacción más grande es lograr hábilmente que las partes lleguen a un consenso y un acuerdo para resolver sus diferencias sin necesidad de hacer un juicio largo y  tedioso en el que gastan tiempo, dinero y esfuerzo; gano menos como abogada, pero la satisfacción que me queda es sumamente mayor que un gran juicio y que como abogada me lleve los aplausos".

¿Cuánta experiencia tienes?  

"Tengo una larga experiencia en el ejercicio de mi profesión, empecé  trabajando en el poder judicial en 1989, en el juzgado penal, luego pasé al juzgado familiar y luego civil, y renuncié en 1992; ingresé de nueva cuenta en 1994, y estuve 4 meses, volví a salir del poder judicial y desde entonces, me desempeño como bogada postulante hasta la fecha.  Son 34 años". 

¿Consideras que ya cumpliste tu meta o hay otro objetivo?  

"No, pienso que no he conseguido todavía llegar a la meta, pienso que los objetivos deben ir programándose día a día, porque después te conviertes en espectador de la vida y no en personaje de la misma, yo quiero ser siempre personaje, porque estar activa te motiva y te mantiene viva; los objetivos son día a día, cumples uno y nace otro, y así te mantienes poco a poco".

¿Te ha decepcionado algo en tu campo de trabajo?

"Sí, estoy sumamente decepcionada de situaciones que pasan como  las prevendas, las componendas, el hecho de que los asuntos no caminen y tus clientes, se desesperen por esa situación y por no conocer ellos los problemas que uno enfrenta en el litigio de los centros de trabajo, te cambian, pensando que quien está fallando eres tú como abogado y no el sistema que no avanza o hace que no avancen los asuntos".

¿Volverías a estudiar o dedicarte a lo mismo, si volvieras a nacer?

"Yo creo que si volviera a nacer, volvería a dedicarme a lo mismo que hago actualmente, tal vez emprendería uno que otro negocio adicional, es más, probaría suerte,  pero sí volvería a estudiar leyes, me encanta lo que hago, creo que nací para eso, no me hubiera gustado estudiar otra cosa que no fuera Derecho, lo manifestaba desde que estaba en primaria, en la escuela Lázaro Cárdenas, en Sabinas, siempre me gustó y estoy muy orgullosa de lo que he logrado, de mis triunfos, de mis fracasos, todo, todo, es una experiencia en tu vida, así que sí lo volvería a hacer, con mucho gusto".

¿Qué recomendarías a las nuevas generaciones?

"A pesar de que ya somos muchos abogados, creo que no todos descollamos, no todos somos exitosos, porque no todos laboramos con la ética profesional que se requiere de la profesión que elegimos, particularmente la abogacía.
Y los exhortaría a que trabajaran con decoro, con honestidad y transparencia hacia sus clientes, eso es lo que hace la diferencia y lo que hace que tengas éxito en la vida".

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