Una persona tendría que volar todos los días durante 25 años para sufrir un accidente aéreo mortal
La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés) dio a conocer que, en 2022, se registraron cinco accidentes en los que perdieron la vida todas las personas a bordo: pasajeros y tripulación.
De acuerdo con el informe sobre la seguridad operacional de la aviación comercial correspondiente a 2022, estos cinco accidentes son menos a los siete registrados en 2021, y también representan una mejora a la media quinquenal entre 2018 y 2022, con siete accidentes mortales.
De esta forma, el riesgo de accidente mortal se contrajo hasta 0.11 en 2022, lo que significa que, por término medio, una persona tendría que volar todos los días durante 25.214 años para sufrir un accidente aéreo mortal.
Se trata de una mejora con respecto al índice de mortalidad de los últimos cinco años de 22.116 años.
Entre las aerolíneas miembro de IATA se registró un único accidente mortal en 2022, en el que perdieron la vida 19 personas. Ocurrió el 6 de noviembre y el vuelo era operado por Precision Air en Tanzania.
El accidente con mayor número de víctimas, ocurrió el 21 de marzo en un vuelo operado por China Eastern Yunnan Airlines, filial de China Eastern Airlines, una aerolínea no miembro de IATA, donde murieron 132 personas.
“Los accidentes son escasos en el sector de la aviación. En 2022 se produjeron cinco accidentes mortales de un total de 32.2 millones de vuelos.
Volar es una de las actividades más seguras
“Esto demuestra que volar es una de las actividades más seguras. Pero, aunque el riesgo de volar resulte excepcionalmente bajo, no está exento de riesgos. Y debemos seguir esforzándonos en mejorar cualquier avance para que volar sea aún más seguro. Este último informe señala que debemos poner el punto de mira en los aviones turbohélice en África y Latinoamérica", dijo Willie Walsh, director general de IATA.
El número de accidentes de turbohélices disminuyó en 2022 en comparación con 2021, pero fueron responsables de cuatro de los cinco accidentes mortales del año pasado, en los que perdieron la vida tanto pasajeros como tripulación a bordo.
“Tanto en el África subsahariana como en Latinoamérica, los accidentes de turbohélices aumentaron en 2022.
“La introducción y el cumplimiento de un estándar global es esencial para revertir esa tendencia. La prioridad para África sigue siendo la aplicación de las normas y prácticas recomendadas en materia de seguridad (SARPS, por sus siglas en inglés) de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI)", afirmó Walsh.
