En operativos realizados de manera conjunta por la Procuraduría de Protección al Ambiente (Propaem), la Fiscalía Especializada en Delitos Ambientales del Estado de México y el ayuntamiento de Naucalpan informaron que, de enero a la fecha, han sido detenidas 31 personas probables responsables de depositar y recibir residuos de material de construcción en tiraderos clandestinos.
La titular de la Dirección General de Medio Ambiente del gobierno naucalpense, Amaya Bernárdez de la Granja, dijo que los tiros clandestinos son lugares peligrosos y es necesario el apoyo de la policía municipal para ubicarlos.
"Los tiraderos de cascajo ilegales están protegidos por gente armada, por lo que no podemos ir solos en los recorridos para detectar dónde están y nos acompañan elementos del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) para salvaguardar nuestra integridad", denunció.
Las autoridades locales implementan operativos en los que participa personal de la dependencia que encabeza, elementos de la Dirección General de Seguridad Ciudadana y Tránsito, así como inspectores de la Dirección General de Desarrollo Urbano, por si hay construcciones.
Las personas presentadas ante la fiscalía especializada fueron detenidas en San Francisco Chimalpa, Santiago Tepatlaxco y el Bosque de Los Remedios, en este último punto se detectaron a tres personas, una de ellas fue presentada junto con un camión de carga y 18 toneladas de cascajo que pretendía tirar en el parque.
"Vamos a presentar ante las autoridades correspondientes a toda persona que sea sorprendida laborando en un tiro clandestino y a los camioneros que depositan residuos de manejo especial en estos sitios, quienes podrán ser acreedores a una multa de hasta 850 mil pesos, de 2 a 8 años de cárcel y el resarcimiento del daño", advirtió la funcionaria municipal.
La Propaem tiene un conteo aproximado de 30 tiros ilegales en el municipio, pero de acuerdo con cálculos de la dependencia local, podrían existir hasta 100 tiraderos ilegales de cascajo en Naucalpan, "por lo que es fundamental sumar esfuerzos para evitar su operación porque provocan daños irreversibles en áreas naturales y barrancas".
"Si la fiscalía aplica las sanciones correspondientes como lo marca la ley podemos avanzar, de lo contrario será muy difícil poner fin a esta problemática", mencionó.
El único sitio de disposición final de residuos de material de construcción, indicó, se llama 'El Capulín' y se encuentra en el pueblo de San Francisco Chimalpa, cuenta con todos los permisos y autorizaciones pertinentes para su funcionamiento, además de tener la capacidad necesaria para satisfacer la demanda de la ciudadanía.
