Pide Raúl Vera a los feligreses no vender el voto
En Latinoamérica hay mucha desigualdad y diferencias profundas, sentenció el obispo emérito
Saltillo, Coah. (MÁS INformación).- "¿Vamos a estar eligiendo uno tras otro a los que nos han desbaratado? ¡Ya!", sentenció el obispo emérito, Raúl Vera López, en la homilía por el Santo Cristo ofrecida en la Catedral de Saltillo esta mañana, y expresamente pidió a los feligreses no vender el voto.
Después de expresar que es un camino sinodal en el día uno del Novenario al Santo Cristo de la Capilla, Monseñor sostuvo que “nos va cambiando, pero nos tenemos que dejar cambiar la mentalidad y el corazón, a inconformarnos y decir tenemos que hacer algo y tenemos que empezar”.
Ya vamos a tener una elección de gobernador el año que viene, continuó, por lo que cuestionó: “¿Vamos a estar eligiendo siempre uno tras otro a los que nos han desbaratado? ¡Ya, ya!, ¡Por amor de Dios! ¿Y seguir vendiendo nuestro voto? ¡Ya!”.
“Ahí tienen un reto importante desde ahora”, dijo a varios centenares de feligreses reunidos en la Catedral y a quienes presenciaron la misa por las redes sociales.“Hay que hacer brigadas e ir a tocar a las casas, por favor ya no venda su voto, por qué por eso vienen, ese dinero nos lo roban a nosotros, de nuestro presupuesto sacan los gobernantes para quedárselo o lo peor, el crimen organizado también da dinero ahora para comprar el voto”.
“Entonces todos los que venden su voto le hacen un daño muy grande”, agregó Vera López.
Relató que un día, ante la pregunta sobre si es pecado vender el voto, contestó: “Es un pecado grave”.
Por lo que advirtió: “Sépanlo, es contra la justicia, contra la equidad, contra la igualdad”.
Durante la homilía, el obispo emérito también abordó la desigualdad y pobreza que vive la Iglesia al interior o la sociedad actualmente, las dificultades de la migración, los desiguales salarios que reciben los mexicanos. “Estamos acostumbrados a ver un mundo desigual, todo esto está mal, una empresa debe dar vida digna a todos los trabajadores”.“Y la manera como arreglan los políticos los problemas que permiten al empresario acumular capital y hacer crecer sus empresas, sin embargo, todos tenemos derecho a una vida digna, a un espacio en la sociedad y todos deberíamos vivir bien”.
Los países donde la diferencia entre el salario de un gobernante o empresario y el de un trabajador no sobrepasa las 10 veces, son los que tienen justicia, igualdad y no tienen problemas de violencia como los tenemos nosotros, finalizó.
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