Sus parientes los mantienen informados desde Ucrania.
Karina Elisabet Rentería Garza, originaria de Monclova y su esposo ucraniano Vladyslav Viacheslabobich Talat, actualmente viven la angustia diaria por la familia política que quedó atrapada en la ciudad de Dnipro, próximo blanco de las fuerzas rusas.
Karina Garza y su esposo Vladyslav viven en Washington, Estados Unidos, luego de casarse hace año y medio, y planeaban hacer lo mismo en Ucrania, como también unirse en matrimonio en la ciudad Monclova, México.
Incertidumbre. En la ciudad natal de Vladyslav, viven su padre Viacheslav Talat, su tío Konstantin Sokolov, abuela Nadejda Sokolova, y su medio hermano, Artem Kluchnik.
Destacó que sus parientes se encuentran refugiados en su propia casa, pero en las calles ya se ven marcas de la milicia rusa que están señalando dónde apuntarán los cohetes y por las noticias saben que Dnipro está en el blanco siguiente de los ataques que actualmente están en Stanki, una ciudad. “Ellos quieren permanecer en su vivienda y a donde se va la gente es a Polonia, pero ya están atacando en todos lados, por lo que, es igual de riesgoso intentar irse porque les están bombardeando por los cuatro lados”, destacó.
La familia ucraniana les informó que la última ciudad a donde Rusia mandó los cohetes fue directo a los hogares y hay cuerpos en las calles, infantes víctimas, es decir, están atacando a los civiles.
La población de esa ciudad, que tiene 2.5 millones de habitantes, aún cuenta con los servicios básicos, de electricidad, agua y comunicación y el gobierno se los está proporcionando gratuitamente por la guerra, indicó.
Expresó que los mismos ciudadanos construyeron en la entrada de la ciudad barricadas, fabricaron bombas molotov y se colocaron clavos ponchallantas, además de que algunos tienen armas para defender la ciudad cuando los rusos quieran entrar.
El ucraniano comentó que la población de Rusia desconoce lo que está causando su gobierno en Ucrania porque las televisaras solo transmiten el himno nacional.
