Dentro de las empresas no se toma mucho en cuenta la felicidad de los trabajadores.
En la última década las personas han estado más propensas a la infelicidad a causa de diversos factores y dentro de los principales se encuentran los malos empleos, lo que genera múltiples sentimientos negativos en el estado de animo de las personas de la localidad.
La infelicidad ha aumentado en todo el mundo desde hace por lo menos 10 años, la pandemia de covid-19 no ha sido el único reactivo, advierte un estudio de la consultoría Gallup. Mientras las economías se han centrado en el PIB y el desempleo, pocas personas miran la salud mental y emocional como una prioridad y esto causa que se vaya deteriorando la felicidad de las personas.
Dentro de las empresas no se toma mucho en cuenta la felicidad de los trabajadores, pues toda gira en torno a la productividad que tengan dejando de lado su comodidad, sin embargo, dentro de los diferentes factores se encuentran los ingresos insuficientes, comunidades rotas, hambre y desnutrición o no cuentan con apoyo emocional.
En un sondeo que periódico El Tiempo realizó a diversos monclovenses, la mayoría de estos confesaron tener algún tipo de incertidumbre actualmente, la cual los detiene a poder desarrollarse planamente en proyectos personales o profesionales, desviándolos de sus objetivos.
La joven recién egresada de la carrera de licenciatura en Ciencias de la Comunicación, Carolina Fernández mencionó “Creo que la incertidumbre de no tener los recursos suficientes a comparación de generaciones anteriores me causa inseguridad, pues no puedo asegurar un buen futuro aunado a los bajos salarios que recibimos hoy en día. Para mi generación, he notado en amigos que esto si es motivo para desarrollar una depresión o desorden emocional”.
“Creo que a todos nos preocupa algo en diversos momentos de nuestra vida, tenemos un futuro incierto hablando económicamente y lo pensamos demasiado generándonos estrés y ansiedad afectando nuestro presente”, Alba Edith ingeniero en producción.
