'En la vida no hay que tratar, hay que hacerlo'.
Propietario de Hierbería Clarita, don Héctor Portillo Valdés, es reconocido por su gran labor a lo largo de 45 años en los que ha estado al frente de este negocio que fue fundado por su abuelita Clara de Portillo hace 77 años, donde le siguió los pasos a su mamá Clara Valdés, aprendiendo sobre el arte de la medicina natural y los productos esotéricos.
Algo que destaca a Don Héctor es el hecho de que es conocido por su noble corazón altruista, pues a brindando apoyo a un sinfín de personas a quienes además ha brindado palabras de aliento y consejos, poniendo en práctica su carrera profesional.
Don Héctor, ¿Cómo fue que usted se estableció al frente de este negocio?
"Cuando fallece mi abuelita, mi madre quedo al frente del negocio y ella comenzó a mandarme a diferentes talleres y estudios que dan sobre medicamentos naturales en México, los cuales sigo tomando, porque esto se va modernizando, al igual que en las farmacias, pues hay que saber para qué es cada producto y poderlo compartirlo con los compradores".
¿Desde niño entonces vio como trabajaban su abuelita y su mamá?
"Si desde niño, mi abuelita era partera, ayudaba en muchas cosas, matriz caída, empachos, falseaduras, en todo eso participé con ella y lo aprendí, lo que ahora busco ayudar con consejos sobre cómo hacerlo o curarlo, pero esto gracias a unos libros que dejó mi abuelita, que son mi mayor tesoro".
Don Héctor, ¿Ha vivido alguna experiencia difícil en sus años de servicio?
"Sí, muchas, porque viene gente sufriendo, llorando, pero el que más recuerdo ahorita fue un pastor que llegó lastimado de un pie, el cual pude ayudar, pero lo significativo fue que al ser pastor estaba renuente a que lo tocará, por la índole del negocio, pero al final por su dolor lo permitió y lo hice con confianza notando el que no hubo brujería".
¿Continúa habiendo prejuicio en la gente hacia lo esotérico?
"Como antes no, ya no es como años atrás que te decían brujo, hoy se venden muchas cosas naturales y el esoterismo está dentro de este mismo negocio, pero hoy ya entran pastores, vienen las monjitas, de todas las religiones y se les trata bien y vuelven porque se les respeta, pero antes si decían no entro porque ahí hay brujería, satanismo lo que no es, pues no se inculca eso".
¿Dice que también viene mucha gente pidiendo ayuda en consejos?
"Sí, vienen con sufrimiento por muchas razones, muchos por problemas con la familia, con su pareja y se lo doy diciendo que sea feliz, no que trate, sino que lo haga, porque en la vida el que trata no avanza y sufre mucho por eso no hay que tratar tenemos que hacerlo, seguir adelante, es importante tomar decisiones, no pensarlas tanto, pues hay a quienes se les va el tiempo en pensar y no hacen nada".
Hace poco tiempo vivió momentos complicados, pues tuvo dos operaciones de corazón...
"Sí, ahora tengo salud, los médicos me dijeron que iba a fallecer en tres días y pasaron los meses y aquí estamos, esa prueba que pase muy grande me mantiene aquí, ayudando todo lo que puedo, pues si antes lo hacía hoy con más ganas".
¿Qué mensaje les da a las personas para su día a día, sean días buenos o malos?
"A la gente le digo que sea feliz, que nunca guarden rencor, que traten de superar, pues son pruebas que tienen que superar, que hablen sus problemas si es con su familia, con sus esposos y que eduquen bien a los hijos".
¿Sin duda dejará un gran legado Don Héctor?
"Doy gracias a mis sobrinos que fueron los que me apoyaron en lo que pase y hasta que llegue el último día aquí estaré".
