Norma Treviño Galindo escuchó las peticiones de los habitantes, quienes manifestaron el desabasto de agua.
En su recorrido por los ejidos San Isidro, El Moral y El Centinela, la alcaldesa, Norma Treviño Galindo escuchó las peticiones de los habitantes, quienes manifestaron el desabasto de agua, por lo cual se les llevó dos pipas con agua y dos camionetas para surtirles de garrafones de agua purificada.
Observación. Las necesidades apremiantes de dotar del vital líquido a los habitantes de estos ejidos, la edil dijo que, primeramente, se les continuará enviando pipas dos veces a la semana y se mantendrá llena la pila qué abastece al Centinela para que pueda surtir agua a los habitantes de estos ejidos, esto queda a cargo de Juan Olvera Velázquez, director de Ecología e Imagen Urbana.
Trabajos. De mantenimiento y limpieza a uno de los pozos, estará a cargo del Gerente de SIMAS, Guillermo Ruíz Guerra, esto con la finalidad de poder regularizar el servicio del suministro.
Los trabajos de campo para la exploración de posibles pozos en otros sitios cercanos al Río Bravo continúan por parte del geólogo contratado por SIMAS, para estudiar otras posibles soluciones a esta problemática, ya que comentaron también, que esto lo agrava la sequía por la que se atraviesa todo el norte del país.
“Trataremos que este problema quede solucionado ya en esta quincena y que ya queden con agua, esta problemática del Moral tiene mucho tiempo, nos la encontramos desde campaña”, expresó.
Costos. Asimismo, dijo que ya había ido un geólogo, que dio soluciones de muy alto costo, “y creo que, en ocasiones tardas un poco para poder solucionar, nosotros necesitamos soluciones rápidas, como lo ofrecimos en esta administración”
“Te pones en sus zapatos y el no tener agua es incomodísimo, por lo que ahorita van a checar este pozo y le harán un tratamiento para ver si se puede usar este mismo pozo, también hay otra opción, la cual es conectarnos con el vecino o también hay la posibilidad de hacer otro pozo a seis kilómetros y tomar el agua del Río Bravo”, explicó.
Resaltó que se tiene que hacer caso a los ejidatarios, quienes son los más profesionales en esto.
