Luis espera que su idea llegue hasta Lego y tener la posibilidad de lanzar alguna de sus creaciones al mercado
Cuando Luis Fernando Lobo Alvarado, de 10 años, sufrió una fractura en su dedo meñique de la mano izquierda, supo que por un tiempo tendría que dejar de jugar con sus Beyblades (juguetes símil a un tropo que requiere las dos manos para su operación).
Tras la caída ocurrida el 21 de septiembre mientras jugaba en su escuela, a Luis le dijeron que la recuperación podría tardar hasta un mes.
La primera semana la frustración se hizo presente, pero luego le vino una idea para lograr jugar a los Beyblades con una sola mano.
Su ingenio y creatividad le permitieron seguir disfrutando de la afición que tiene desde los seis años. Dadas las circunstancias, optó por crear su propia versión de Beyblades haciendo uso de los recursos con los que contaba: piezas Lego.
El objetivo era evitar la parte de sostener el juguete con una mano y usar la otra para estirar el lanzador y hacer girar el objeto. El principal reto fue pensar en cómo colocar peso suficiente para lograr alcanzar la velocidad necesaria y que así el objeto girara.
Luego de darle forma a los Beyblades compartió el concepto con sus compañeros del Colegio Harmony School en Saltillo, particularmente del cuarto grado de primaria, quienes lo recibieron con interés.
De a poco comenzó a bautizar a sus creaciones originales con nombres que representaban las características particulares de cada “Beyblade Lego”. Así llegó a llamarlos: Pumpkin, Mapa histórico, Ojón, Galleta, Mordisco, Minecraft, Patrulla y Gigantón, entre otros.
Ahora Luis espera que su idea llegue hasta Lego y tener la posibilidad de lanzar alguna de sus creaciones al mercado, luego de considerar que han tenido buen impacto en su círculo de amigos.
De manera profesional, Luis está interesado en ser programador de videojuegos y poder colaborar con grandes empresas.Respecto a la iniciativa que tuvo Luis Fernando, su madre Alondra Alvarado comentó: “soy una madre orgullosa de su hijo y siempre va a ser así. Me llena de gran alegría y satisfacción ver la iniciativa que tiene por crear cosas nuevas, por mostrarse curioso ante el mundo, por la ilusión y motivación que pone en cada detalle de su vida. Deseo que siempre recuerde lo lejos que puede llegar y que de cualquier circunstancia, por más mala que parezca al principio, puede encontrar grandes aprendizajes y nutrirse de cosas buenas”. En tanto, Alondra también dirigió un mensaje a otros padres para impulsar la creatividad y motivar a sus hijos: “necesitamos por encima de todo, dar al mundo, niños seguros de sí mismos. Toda criatura necesita sentirse querida en cualquier situación, no solo cuando ‘haga algo bien’. Dejar que sean ellos mismos, que se equivoquen, que aprendan y nunca esperar a que llegue un momento especial para decirles: estoy orgullosa de ti”.
