Al afirmar que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador es continuidad de las estructuras de dominación y explotación de la clase trabajadora, 75 organizaciones sindicales "independientes y democráticas", agrupadas en la Conferencia Nacional de la Resistencia (CNR), emplazaron al mandatario a un diálogo urgente para resolver sus demandas bajo la consigna de "no más puertas cerradas, no más oídos sordos, no a la criminalización de la protesta social".
En un mitin político en el Zócalo capitalino, al término de la marcha conmemorativa al Día del Trabajo, Pedro Hernández Morales, dirigente de la CNTE y de la sección 9 del sindicato magisterial, leyó el "Manifiesto" de la CNR en el que acusó a Lopez Obrador de entregar al país, de manera servil, al dominio imperialista, principalmente estadunidense, ofreciendo a los migrantes mexicanos y centroamericanos como mano de obra barata para la fuerza laboral.
"El Estado mexicano, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, que fue favorecido por el descontento popular contra los partidos neoliberales del PAN y el PRI, en lo fundamental, sigue existiendo como continuidad de las estructuras de dominación y explotación".
El líder del magisterio disidente remarcó que la militarización del país ya es una preocupación de los organismos internacionales como la ONU, que critica el hecho de que las Fuerzas Armadas de nuestro país asumen tareas de Seguridad Pública, al mismo tiempo que son concebidas desde Estados Unidos como fuerza de tarea para contención de los flujos migratorios, "pero también se utiliza Guardia Nacional para reprimir las luchas sociales de la CNTE, de los normalistas, del movimiento de unificación y lucha Triqui independiente.
"Rechazamos la militarización y demandamos el regreso del Ejército y la Marina a sus cuarteles. Asimismo, exigimos respeto y solución a las comunidades indígenas y campesinas. No más megaproyectos de muerte.
Nos manifestamos contra la criminalización de la protesta social y ni un feminicidio más; luchamos por hacer valer todas las libertades y derechos de la clase trabajadora en el país y el mundo por erradicar la dominación capitalista imperialista, construyendo el estado obrero, campesino y popular como instrumento de las masas para la emancipación de la humanidad y antesala del socialismo", enfatizó.
Los manifestantes exigieron un salario justo y remunerador, empleos dignos, un régimen de Seguridad Social solidario, y el respeto al derecho de huelga y a la contratación colectiva.
El contingente de trabajadores, encabezado por la CNTE y el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) llegó a la Plaza de la Constitución pasadas las 12 del día, luego de una marcha desde el Monumento a la Revolución, y en el trayecto por calles del Centro Histórico como Avenida Juárez, Lázaro Cárdenas, Venustiano Carranza y Pino Suárez, enarbolaron consignas como "Respeto al Contrato Colectivo de Trabajo", "Unidad, unidad, unidad", "Martín Esparza (líder del SME), tu gente no se cansa", "Trabajo digno, salario justo y seguridad social" y "Educación, primero al hijo del obrero, después, al hijo del burgués".
Ya en el Zócalo, desde el templete colocado en el costado oriente de la plancha, dándole la espalda a la fachada de Palacio Nacional, Pedro Hernández denunció que desde el gobierno federal se escuchan voces "que acusan a nuestras organizaciones como no democráticas, cuando todas ellas eligen a sus representantes mediante procedimientos democráticos constatados por las propias autoridades del trabajo. No se critica, en cambio, el charrismo en el Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana, de los continuadores de Elba Esther Gordillo en el SNTE, tampoco de los herederos de Romero Deschamps y compañía".
Durante el mitin, la Policía capitalina calculó unos tres mil asistentes, pero informó que a lo largo del domingo participaron en diversas movilizaciones del Día del Trabajo cerca de 20 mil personas.
