La obra del palacio tiene avances significativos, pero los trabajos van lentos a pesar de que se han aplicado 44 millones de pesos.
A cinco años del terremoto del 7 de septiembre de 2017, las familias juchitecas anhelan que el proceso de reconstrucción de los edificios públicos dañados concluya; sin embargo, por motivos presupuestales, cambio de gobierno estatal y burocracia, algunas obras, como la del palacio municipal, siguen suspendidas desde mayo pasado.
Desde que comenzó su reconstrucción en 2020, la obra del palacio tiene avances significativos, pero los trabajos van lentos a pesar de que se han aplicado 44 millones de pesos.
“La lentitud, el atraso que lleva la reconstrucción en cinco años nos molesta y preocupa, porque la población con justa razón nos reclama”, señala el presidente municipal, Emilio Montero Pérez.
No solamente es la obra del palacio que avanza con lentitud, también hay edificios como el del Portal de los Símbolos Patrios, en el ala norte del parque Benito Juárez; la Casa de Cultura, que tiene un avance de 70%, y el templo de San Vicente Ferrer, con apenas 30%.
Terminado de construir en 1882, según investigaciones académicas, sobre una plancha de casi 2 mil metros cuadrados, al palacio juchiteco de dos plantas “ya se le hizo lo más difícil de la reconstrucción, como el reforzamiento de la cimentación, de muros, columnas y retiro de aplanado”, explica el director de Obras del gobierno juchiteco, José Antonio Sánchez López.
En la reconstrucción de 2020 se aplicaron los primeros 10 millones de pesos, en 2021 fueron 30 millones y en este 2022 van 4 millones, con un avance de 40%. Para concluir la obra, incluyendo los casi 500 metros cuadrados que se derrumbaron la noche del temblor, se requieren, estima Sánchez López, otros 50 millones de pesos.
“¿De dónde saldrán los recursos? No sabemos. El Programa Nacional de Reconstrucción (PNR) ya concluyó. Nos informaron las autoridades de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) que buscarían fondos extraordinarios. No pueden dejar el palacio inconcluso. Todos los días tenemos reclamos de los comerciantes que vendían abajo del inmueble”, subraya.
Desde hace dos semanas, unos 200 comerciantes de ropa típica, panes y alimentos que después del sismo hallaron refugio en el parque Benito Juárez, actualmente en remodelación como parte del Programa de Mejoramiento Urbano (PMU) de la Sedatu, venden ahora en la vialidad principal 16 de Septiembre.
“Ya nos cansamos de que nos manden de un lado a otro, ya queremos regresar a nuestros espacios originales”, dice indignado Arturo López, quien comerciaba bisutería bajo el Portal de los Símbolos Patrios. Desde hace dos semanas, las fonderas exigen que concluya la reconstrucción de su área de venta, bajo el palacio municipal.
Desde mayo pasado, la ejecución de la tercera etapa de la reconstrucción del palacio concluyó. Para que la obra esté plenamente terminada faltan los trabajos de herrería, carpintería, infraestructura hidráulica, sanitaria y eléctrica, así como un nuevo techado de casi 2 mil metros cuadrados, detalla el director de Obras, Sánchez López.
El edil de Juchitán revela que su gobierno gasta al mes 120 mil pesos en la renta de oficinas de gobierno: “Voy a escribirle al presidente Andrés Manuel López Obrador para que nos ayude a terminar el palacio”, dice
Templo de San Vicente, con más retrasos
De las obras con más retraso entre los edificios públicos con mayores daños, destaca el templo de San Vicente Ferrer, patrono de la comunidad católica. El director de Obras señala que lleva un avance de 30%.
De acuerdo con las autoridades, la reconstrucción de ese edificio comenzó con recursos del seguro adquirido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH); sin embargo, el dinero se agotó y tal como en el resto de los trabajos, el cambio de gobierno retrasará los trámites de liberación de recursos.
En la mayoría de los trabajos de reconstrucción en Juchitán, el gobierno de México pidió al Instituto del Patrimonio Cultural del Estado de Oaxaca (Inpac), que se hiciera responsable de esos edificios, con la supervisión del INAH, pero el actual gobierno terminará el 30 de noviembre y ya “bajó la cortina”, dice Sánchez López.
Para la presidenta de la Sociedad de la Vela San Vicente Ferrer, Geraldina Santiago Velázquez, “es una vergüenza” que en cinco años el gobierno federal no haya podido reconstruir la iglesia. “¿Qué hace falta? Qué nos digan y nosotros lo haremos, pero ahí está el INAH que dice que nadie puede intervenir si no son ellos”, lamenta.
Casa de Cultura, faltan 4 millones
Cinco años después del sismo, la Casa de la Cultura presenta un avance de 70% con una inversión de 17 millones de pesos, entre recursos federales y de una fundación; según estimaciones del director de Obras del ayuntamiento juchiteco, faltarían 4 millones más.
Mientras tanto, la biblioteca pública Gabriel López Chiñas, dañada por el sismo, prácticamente está terminada y lista para ser inaugurada el 7 de septiembre de este año.
Se concluyó con apoyos de la Fundación Helú y, de entrada, contará con 12 mil libros, un auditorio para 100 personas y una sala de cómputo, explica el coordinador, Michel Pineda.
