Dicen que no hay plazo que no se cumpla ni fecha que no se llegue y a los "napos" de la sección 327 les aplica como dice AMLO como "anillo al dedo" porque ayer por fin pusieron fin a 8 años de broncas legales, de una lucha que en su momento parecía no tener fin o que no rendiría el fruto que esperaban. En abril del 2014, el 18 sin no me equivoco cerca de las 16:00 horas empezó el conflicto cuando los obreros de Teksid se manifestaron por unas raquíticas utilidades que les ofrecieron. Ahí por primera ocasión salía a la luz pública una figura femenina que poco a poco fue creciendo sindicalmente y que ahora es la Secretaria de Asuntos Políticos a Nivel Nacional del Sindicato Minero como lo es Imelda Jiménez. Desde entonces tomó la batuta del conflicto y fue justamente ella la que ayer anunció la conclusión del problema legal que vivieron para lograr ser los titulares del Contrato Colectivo de Trabajo de la empresa Teksid que durante todo ese tiempo se resistía a "divorciarse" de la CTM con quienes desde 20 años atrás tenían el CCT, pero que en 2018 los trabajadores decidieron mediante recuento de votos hacerlos de lado y sumarse al Minero Nacional. La resintalación de los 36 obreros no hubiera sido posible de no ser por la demanda que vía T-Mec interpusieron y que mediante la Secretaria de Economía se hizo valer la decisión de los trabajadores. Por eso ayer firmaron su reingreso con el que además la empresa se comprometió a pagarles de forma completa salarios caídos de los 8 años que estuvieron fuera de la misma por un despido injustificado. Pero también la empresa se comprometió a pagar las cuotas sindicales que siguió entregando a la CTM desde 2019 a la fecha a pesar de saber que ya no eran los titulares del CCT. La semana pasada les comentaba en este mismo espacio sobre las acciones que México debe de cumplir mediante acuerdos internacionales y justo la acción de ayer de reintegrar a los "napos" deja en claro que así es como se trabaja pese a que sean leyes o reglamentos que se generen al exterior de nuestro país se deben de cumplir porque así esta estipulado en la propia constitución mexicana que señala se deben de respetar los acuerdos que se tomen de forma internacional y en este caso el T-Mec es justamente un acuerdo internacional entre México, Estados Unidos y Canadá. Sin lugar a dudas ese puede ser el camino de solución a posibles conflictos que puedan presentarse en un futuro.
DE VíAS LEGALES HABLANDO
A propósito de vías legales el que parece que sí lo entendió fue el alcalde de Frontera Roberto Piña que luego de ver la acción emprendida por el doctor Mario Dávila mediante controversia ante la SCJN por el caso de los consejeros estatales impuestos en el SIMAS por el Congreso del Estado, se lanzó también a seguir la misma vía para defender la autonomía municipal. Esa es la vía que desde un principio debió seguir y no las rabietas y berrinches que hizo llevando a funcionarios municipios y ejidatarios engañados a manifestarse al exterior del SIMAS. También quedó de lado el tema que traían del famoso amparo que promovieron y que supuestamente levantarían firmas ciudadanas para hacerlo. Hasta el momento un solo módulo ha puesto para esa acción porque según verdaderos expertos en el tema legal ese amparo era improcedente y se convirtió el asunto en un mero tema de grilla y politiquería como dice el propio presidente AMLO. Aunque no todo esta dicho porque Roberto Piña cree todavía que solo porque a él se le ocurre puede mover a los consejeros, como el caso de la consejería que tiene la CANACO delegación Frontera en las que les dijo "que les vaya bien" y sostuvo que el sitió lo ocuparía Eugenio Williamson. A piña alguien le debe de decir que no porque sea el presidente del consejo puede hacer su voluntad, que hay reglamentos.
