Las modificaciones a la Ley Federal del Trabajo (LFT) propuestas por la Secretaria de Trabajo y Previsión Social (STPS) y autorizadas en la Cámara de Diputados y en el Senado de la República para eliminar la ley de tercerización mejor conocida como Outsourcing tendrá su prueba de fuego al ser el primer año en que se tendrá que entregar el llamado PTU mejor conocido como pago de utilidades para los trabajadores en la modalidad donde las empresas engruesaron sus filas laborales al tener obligatoriamente que sumar a los trabajadores de muchas compañias constructoras de forma directa en sus nóminas. En términos generales no se tiene muy en claro sí será o no benéfico para los trabajadores o para los empresarios. El outsourcing no generó cambios en los montos que los empresarios deben de repartir y que es un 10% de las ganancias obtenidas a lo largo del año fiscal laborado. En donde sí cambió fue en señalar que sea el monto que sea el obtenido no debe rebasar más de 3 meses de salario de un trabajador o en su defecto deberán hacer un promedio de los montos obtenidos en los últimos tres años y de ahí entregar la cantidad correspondiente al trabajador. regla que aplicará también para los que tengan menos de 3 años laborados. Hasta ahí pareciera que no hay inconveniente alguno. Sin embargo, el problema saldrá a relucir por las condiciones que las empresas han pasado en el último año que fue donde más sintieron los embates de la pandemia y la crisis económica mundial que hasta la fecha sigue siendo un grave dolor de cabeza para la mayoría por no decir que para todo el sector empresarial. Además sabido es de todos que en la región en los últimos cuatro años ha sido una constante de quejas en muchas empresas ya sean grandes, medianas o pequeñas. Incluso en muchas de ellas preferían hacer entrega de bonos adicionales para evitar los llamados "paros locos" y algunas de plano saben que nadie les dirá nada y por eso ni se inmutan en ese tema. Todas las empresas están obligadas a rendir cuentas ante el SAT y para ello tienen como fecha límite el próximo 31 de marzo, después de eso sale la llamada carátula donde las autoridades hacendarias establecen las ganancias obtenidas por las empresas y de ahí se desprende que el 10% debe ser repartido entre sus trabajadores.
EL DESFILE ANTE MEJÍA
El desfile de funcionarios y no funcionarios afectos a MORENA ante el Ricardo Mejía Berdeja es una clara señal de que el partido del actual Gobierno Federal le apostará al Secretario de Seguridad para la candidatura a la gobernatura en nuestro estado. No se debe de descartar que puede ser solo un termómetro y al final decidir como se decía por Javier Guerrero. Pero por lo pronto es Mejía Berdeja ante quien se cuadrán todos los morenistas de los más conocidos en Monclova está el regidor Leonardo Rodríguez, la ex diputada Melba Farías que dicho sea de paso fue de las privilegidas para estrenar el AIFA en el vuelo que salió de Guadalajara a la nuva terminal en SDanta Lucía. Entre muchos otros que se han tomado la foto con Mejía y la han subido a su Facebook. La última fue la archienemiga de Leonardo y Melba como lo es Claudia Garza del Toro. La mera verdad lejos de andar en esos trotes deberían hacer la chamba que le toca como Garza del Toro que debería velar por aquellos que no han recibido en sus famosas tarjetas del Bienestar los montos que el gobierno les ofrece bimestralmente y que aquí en Monclova y en la Región Centro son muchos. Mejor Leonardo Rodriguez se moverá a Saltillo para diversos trámites y entre ellos lleva lista de adultos mayores que no han recibido un solo peso, como es enemigo de Claudia no va a las oficinas del Bienestar en Monclova porque sabe que lo mandarán literamente al rancho de AMLO "La chingada".
