Diez años después Gelfand se tomó la revancha del mundial perdido ante Anand
En el acto de clausura Gelfand ponía en valor lo que supone el Magistral de León "una ciudad en la que se vive durante estos días el ajedrez".
León,.- Una década después de que Boris Gelfand rozara con la punta de los dedos la gloria de conseguir el título mundial de ajedrez en Moscú (Rusia) llegó el dulce sabor de la revancha ante el indio Viswanathan Anand a miles de kilómetros de la capital rusa, en el Magistral Ciudad de León, el decano de los torneos en España.
El jugador israelí, de ascendencia bielorrusa, nunca estuvo tan cerca de alcanzar el olimpo de los elegidos de poder figurar entre la nómina de campeones mundiales, pero acabó cediendo en el desempate, después de igualar a 6 en las doce primeras partidas, pero en la segunda de las cuatro rápidas fijadas, Anand sentenció su victoria por 8,5 a 7,5.
También en un repleto Auditorio leonés se llegó en esta ocasión a disputarse el triunfo entre estas dos leyendas, con multitud de "batallas" en el tablero a sus espaldas, en la suerte de las partidas "relámpago", pero en esta ocasión fue Gelfand el que se llevó la victoria y con ello evitó a su rival que pudiera redondear su palmarés con el décimo Magistral.
A la conclusión del torneo, en presencia del director técnico del mismo, Marcelino Sión, ambos bromeaban después de una batalla incruenta donde también habían aparecido errores impropios para su categoría en el tablero.
Anand sentenciaba lacónico que había vencido, dijo, "el más mayor" -tal solo les separan dos años, 52 por 54-, a lo que contestaba de inmediato su rival apuntalando que "ha ganado la experiencia".
El propio gran maestro indio, que venciera en aquella mítica final hace una década a su rival ayer en León, después de que hubiera defendido el título ante Vladimir Kramnik y Vesselin Topalov -otros dos ganadores del Magistral- ,reconocía a Efe que tenía ganas de volver después de dos años de pandemia y calificaba el torneo, con cierto humor, de "turbulento".
Lo que no dejaba clara era su intención de repetir presencia en la cita leonesa para poder redondear su cifra de victorias porque tampoco le daba mayor importancia al décimo triunfo "es un número y nada más, lo importante es jugar bien al ajedrez", aseguraba.
En el acto de clausura Gelfand ponía en valor lo que supone el Magistral de León "una ciudad en la que se vive durante estos días el ajedrez, que está en la calle, en cada rincón, no solo en la sala de juego".
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