De cosas varias... Ómicron
Las fiestas decembrinas han llegado a su fin después de dar una esperanza a todas las familias, pues en muchos casos este tipo de reuniones en las que el número de asistentes supera a los de una reunión “convencional”, aún trataban de evitarse. Este pasado fin de año no, fue nuestro total relajamiento de las medidas sanitarias inducidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que incluyen el distanciamiento social, el uso de cubrebocas y gel antibacterial, entre muchas más que ya sabemos de memoria. En parte el avanzado proceso de vacunación, en parte la inmunidad natural colectiva, pero en parte también (y debe decirse) el valemadrismo, lograron que estas fiestas de fin de año no nos pusieran a temblar y tratáramos de disfrutarlas con quienes más queremos. Sin duda ha sido un cierre épico que nos ha dejado más buen sabor de boca que las malas experiencias, sin embargo no podemos pensar que todo lo anterior pudiera suceder sin las consecuencias que estos actos conllevan. Y es que tan solo abrir el año nos topamos con una nueva ola de contagios que no se veía hace meses, lo cual resulta obvio después de las reuniones anteriormente mencionadas aún si ya se encontraban vacunados los asistentes.
Según “JHU CSSE COVID-19 Data” el cierre de año con respecto a nuevos contagios en el país se distribuyó de la siguiente manera: el lunes 27 se reportaron 803 casos; el martes 28 fueron 943; el miércoles 29 otros 4,426: el jueves 30 aumentan 5,290; y para el último día de 2021 los casos se dispararon hasta contabilizar un total de 18,061, una cifra que no se alcanzaba desde el mes de septiembre, mes desde el que los índices de COVID-19 no hacían más que disminuir. Pero no todo es malo, si bien las festividades decembrinas sin duda fueron un factor clave y hasta predecible para estos números, una de las variantes más contagiosas también ha influido en los datos. Ahora las mutaciones están de moda y toca el turno de Ómicron de pasar a la pista y ser el centro de atención; una variante altamente contagiosa pero que tiene consecuencias mucho menores que sus predecesoras presentando síntomas muy leves y en muy pocos casos una hospitalización, la cual se dio a conocer el 26 de noviembre.
¿Entonces debemos relajarnos ante este sustancial incremento de nuevos casos? No, si bien ha sido la variante más contagiosa y menos peligrosa de momento, no es la que más predomina en el país y sigue siendo una amenaza, aunque sinceramente los conteos oficiales no van apegados para nada a la realidad; apenas hace unos días todos volteaban con horror a Torreón al anunciar que efectivamente habían encontrado tres casos de esta cepa, lo cual posiciona a la ciudad como la primera en el estado con casos positivos, pero nada más lejos de la realidad. Tan sólo en Monclova hace más de una semana ya se habían detectado por lo menos una docena de ellos a raíz de una reunión de compañeros, casos que sin lugar a dudas al día de hoy por lo menos se triplicaron y eso contando sólo este hecho aislado que seguramente sucedió en otras áreas tanto del estado como del país. Así pues, ¿a quién le hacemos caso? ¿Cómo sabemos que los datos son correctos? Sinceramente la respuesta no la tengo y dudo que alguien pudiera iluminarnos, lo que sí sé es que debemos seguirnos cuidando, ¿no cree?
Flurona
Tal parece que los virus ahora también entran en el multiverso y logran convivir en un mismo paciente varios de ellos; recientemente se ha popularizado el término “flurona” para referirse al contagio de gripe y COVID-19 al mismo tiempo. Estos casos se conocen desde el primer año de la pandemia en EUA pero se ha ido popularizando en los últimos días. Así que a cuidarnos ¿no cree?
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