Permisos de construcción de colonias al sur de Saltillo que invadieron la zona protegida de Zapalinamé fueron aprobadas por el cabildo saltillense durante el gobierno interino de Jorge Torres López y con el visto bueno de la Dirección Estatal de Ecología, relacionado con el impacto ambiental.
Autorización. Lo anterior, mediante una aprobación de la propuesta de la Comisión de Planeación, Urbanismo Obras Públicas y Centro Histórico que entonces coordinaba el regidor Jorge Alberto Leyva García y a través de la cual se propuso mediante un dictamen el cambio de uso de suelo de esta área. Propuesta que pasó por aprobarse por dicho cabildo y fue publicada en el Periódico Oficial el 16 de septiembre en el período gubernamental de Humberto Moreira Valdés y con la validación de la entonces Secretaría de Medio Ambiente estatal. En lo general, se trata de los más de 10 fraccionamientos que sobrepasaron la cota mil 800 que delimita la sierra de Zapalinamé y que, mediante decreto expedido por la Federación en 1996 esta área se convirtió en zona de protección y conservación. Sin embargo, con el paso del tiempo y a partir del 2003 aproximadamente algunos fraccionadores solicitaron y obtuvieron del Municipio de Saltillo el cambio de uso de suelo del principal proveedor de agua de la ciudad que actualmente cuenta con cerca de un millón de habitantes y pulmón para la oxigenación del ambiente. Entonces dicha superficie que abarca más de 25 mil hectáreas en las localidades de Saltillo y Arteaga tenía en los Planea Directores de Desarrollo Urbano el carácter de zona sujeta a conservación ecológica, pero el cabildo de Torres López fue uno de los que propusieron y obtuvieron la aprobación para cambiarla a habitacional densidad alta (H5) en una gran extensión. Con ello, al parecer burlando el decreto presidencial de zona protegida del 96 y dieron paso al desarrollo habitacional horizontal de miles de viviendas más arriba de las faldas de la sierra. Lo anterior, de acuerdo con información proporcionada por el actual ayuntamiento.
