Los alcaldes de la región iniciaron con las pilas cargadas y con el ánimo de hacer mejor las cosas, pero obvio esto no es nada nuevo considerando que todas las administraciones hacen lo mismo en los primeros meses dentro de una presidencia municipal.
Lo que si es importante destacar, es que al menos en la presidencia de Monclova se respira un aire completamente diferente, como si las malas energías hubieran desaparecido y quizá sea por los rostros nuevos que en el palacio municipal se pueden ver con los recorridos que hicieron los nuevos regidores y directores municipales en las diferentes oficinas y áreas de la presidencia.
La diferencia que habrá con Mario Dávila es que tiene amplía experiencia y suficiente criterio político para hacer mejor las cosas y no tomar decisiones al vapor. No es ningún improvisado y durante los próximos tres años nada ni nadie le podrá inyectar veneno para que tenga que tomar malas decisiones influido por terceras personas que en definitiva no buscan el bien común cegados por sus conflictos personales y mala vibra y envidias.
En cuanto a la asignación de carteras ya lo habíamos anticipado, quien se queda con la regiduría de hacienda es el güero Teo Kalionchiz y por supuesto será uno de los brazos derechos del alcalde Mario Dávila y que a diferencia de la pasada administración era uno de los más repudiados del anterior que cobraba como alcalde, por supuesto que había muchos intereses de por medio, el hecho es que ahora el "ojo borrao" como muchos le dicen le tocará hace la chamba de vigilar y cuidar las finanzas en las arcas municipales y seguramente lo hará mucho menor que el anterior
Otra de las que fungirá como brazo derecho del alcalde, será Rosanilda González que pese a que fue criticada por pasarse de liana en liana tras ocupar continuamente varios cargos políticos, es una de las panistas que más destaca y que al menos sabe hacer mucho mejor las cosas que muchos otros.
Independientemente de que a muchos les arda donde no les da el sol, las cosas se harán diferente, y no precisamente que los relacionen con Guillermo Anaya, eso sale sobrando a sabiendas que el panista Anaya es un candidato perdedor, al menos así lo han señalado las dos ocasiones en las que ha buscado la gubernatura de Coahuila y eso lo convierte en un cartucho completamente quemado, justo como todos aquellos alcaldes que recientemente salieron y que hoy deben estar cavando su propia tumba política y más aquellos que se fueron tristes y desconsolados tras perder el año pasado en las elecciones para diputación (que fueron varios por cierto), pero que más da si ahorita ya no tienen de que preocuparse económicamente si tendrán para todo aunque haya crecido la familia.
Por el lado de Frontera, el alcalde Roberto Piña anda con todo y comenzando el año se abocó a la limpieza, al parecer ahora si tendremos un Frontera más limpio.
No es por restare méritos al reciente llegado alcalde, al contrario se le tienen que reconocer sus esfuerzos e intensiones de mejorar una ciudad que fue olvidada por sus antecesores, pero cualquier cosa que haga o logre Piña Amaya, se aplaudirá , esto tomando en cuenta que los anteriores alcaldes no han hecho nada por la ciudad del riel.
Los que han estado en esa silla han sido conformistas y solo pretenden llevarse las manos llenas sin pensar a futuro, es decir, no ven más allá de su nariz y por ello no son considerados para nada más y tristemente solo se ha esperado su salida desde que comienzan la administración.
Hoy todo parece indicar que la intensidad que siempre le ha caracterizado al alcalde Piña le ayudará para poder marcar la diferencia.
