Análisis a Tiempo... calladito te ves más bonito
Fue sorprendente ver como se trató de defender el hijo de López Obrador una vez que le sacaron los trapitos al sol.
Poco a poco se le va a ir cayendo el castillo que construyó el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador sobre su "cantaleta" de austeridad con la que ha convencido a gran parte de esa mayoría que lo mantiene dentro de la aceptación de los mexicanos, sin embargo la vida de lujos de José Ramón López Beltrán, hijo mayor del presidente de México viene a destapar la contradicción de la linea que pretende marcar AMLO ante los mexicanos y que por supuesto no muchos se la creen y no puede seguir jugando la inteligencia de los nacionales.
Fue sorprendente ver como se trató de defender el hijo de López Obrador una vez que le sacaron los trapitos al sol, se le ocurrió responder a través de su cuenta de Twitter clamando que todo esto se trata de un “conflicto de interés”.
Claro está que tenía que buscar la forma de intentar tapar a toda costa todo lo que su padre pregona en su intento de seguir engañando al pueblo de México y que a nuestro criterio no era necesario que saliera a dar publicamente su postura, a veces lo más idóneo es quedarse callado para evitar hacer más grande el problema o en este caso evitar que se agrande la controversia y por supuesto los ataques al Presidente.
Quedó claro y al descubierto que el hijo del flamante Presidente de México cuenta una casa evaluada por 7.6 millones de pesos, vivienda que podría aumentar a 19 mdp por su ubicación en Harris Bennet, a las afueras de Houston, Texas y ciertamente no conozco ninguna casa modesta de Infonavit que tenga semejante valor y esto lo menciono considerando las tantas declaraciones de Andrés Manuel donde ha señalado que no es necesario vivir de lujos, sino que es suficiente con que el pueblo mexicano habite una vivienda de Infonavit y con lo necesario no para vivir sino para subsistir, pero el problema es que ni él ni su familia han dejado claro que no predican con el ejemplo.
Para colmo José Ramón López Beltrán, declaró que “cientos, me atrevería a decir miles, de hijos de políticos, funcionarios, líderes sindicales y expresidentes que viven en casas de lujo y encontraron al único que no la obtuvo con recursos públicos. Eso es talento”. Algo que muchos podrían tomarlo hasta ofensivo.
En otro retuit, indicó: “Conflicto de interés, es el que tienen los neoliberales con el bienestar del pueblo”.
No podemos dejar de mencionar las reacciones de diversas cuentas de Twitter, de usuarios expresando su opinión, realzando que la casa está a nombre de su esposa, Carolyn Adams, quien, además, es señalada por Loret de Mola como participante en la industria energética del país. Ahora entendemos porqué su interés sobre dicha reforma.
Y es obvió que muchas reaccionan concuerdan con quien escribe en este espacio al destacar que “se debe observar a la familia presidencial, antes y ahora”, juzgando el mensaje de austeridad que tanto alaba el presidente, puesto que “no concuerda” con la vida que lleva su hijo mayor.
Por su parte Andrés Manuel López Obrador aseveró que sus hijos “no tienen influencia en este gobierno”.
“Ellos se casaron y al parecer la señora tiene dinero, pero no tiene nada que ver con el gobierno, ni un contrato, ni una recomendación, no somos iguales”, pero la pregunta que todos se hacen ¿Alguien puede creer en sus palabras?
Lo que indigna es la contradicción con el discurso antimaterialista de López, la opacidad de una riqueza repentina, el evidente conflicto de interés y la sospecha de enriquecimiento ilícito, algo que critica y pretende castigar fuerte el Presidente
Pero es obvio que nuestro presidente sigue al pie de a letra el camino del populismo.
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