Sonia Lara cuenta que, hace años fue víctima de violencia familiar, situación que la tenía sumisa como a muchas mujeres hoy en día.
Sonia Lara se considera una mujer valiente que enfrenta todos los días los retos de la vida. Su nuevo trabajo como directora de DIF Castaños lo dedica las 24 horas.
Cuenta que, hace años fue víctima de violencia familiar, situación que la tenía sumisa como a muchas mujeres hoy en día.
Hoy, vive tranquila al lado de sus cuatro hijos y el trabajo donde a diario ve y atiende junto con la presidenta honoraria del DIF las necesidades de ciudadanos más vulnerables. El Tiempo platicó con ella.
La pandemia, la situación económica por la que atraviesa el municipio es muy difícil actualmente. ¿Cómo enfrenta el DIF estos casi tres meses de administración?
“En este cargo hay muchas peticiones todos los días de familias que necesitan, despensas, medicamentos, aparatos ortopédicos, sillas de ruedas y muletas”.
Se sabe que en Castaños existe la violencia en contra de las mujeres. ¿Cómo tratan este tema tan complicado?
“Tenemos muchas mujeres que necesitan sobre todo apoyo legal por situaciones de pensiones alimenticias, agresiones de pareja que es donde más estamos ocupadas”.
En la región existe el Centro de Justicia y Empoderamiento de la Mujer. ¿Ayudan estas instituciones a las mujeres?
“En realidad hay instituciones que pueden ayudar a las mujeres a salir adelante y terminar con este tipo de problema familiares. La verdad no sé qué esté pasando”.
Castaños tienen estadísticas de violencia hacia las mujeres. ¿Qué falta para una solución?
“Las dependencias sí les da atención, pero como que a ellas les falta decisión y valor en sus problemas para acabarlos de una vez”.
El haber ocupado dos veces este cargo dentro de DIF, ahora como directora debe ser muy importante para usted. ¿Trabaja con amor y dedicación?
“No me da vergüenza decirlo. Yo fui una mujer violentada que tenía miedo, era sumisa hasta que me decidí terminar este sufrimiento que por años tuve como seguramente les pasa a algunas mujeres. Ahora disfruto a mis cuatro hijos y el trabajo. Me considero una mujer valiente”.
El municipio cuenta con 24 comunidades rurales y por supuesto tienen necesidades. ¿Reciben la misma atención que la cabecera municipal?
“Me ha tocado saber de tres casos de mujeres que sufren diferentes tipos de agresión, pero no pueden revelar nombres. Los estamos atendiendo en los ejidos”.
Las necesidades de los adultos mayores cada vez son más. ¿Cómo atienden a este sector vulnerable?
“Tenemos adultos que sus hijos no los quieren ver. Tienen muchas necesidades a veces ni que comer. Estamos pensando en proceder en contra de los hijos".
Como funcionaria que es. ¿Tiene usted algunas metas que cumplir?
“La verdad son muchas. Atender los problemas de madres solteras, violentadas, adultos vulnerables, y personas con discapacidad”.
Estos cargos son de responsabilidad. ¿Cómo distribuye su tiempo?
“Me gusta muchísimo. No me importa que me den la una o dos de la mañana trabajando. Y si Dios me puso aquí, es por algo".
