“Como pasemos nuestro día, por supuesto, es como pasamos nuestra vida”
Entramos en las vacaciones de verano, millones de niños y jóvenes alrededor del mundo estarán más tiempo en casa junto a sus familias, sin embargo, no es nada sencillo para los padres de familia medir el tiempo familiar y laboral.
Por eso te compartimos estos tips que nos trae Courtney Adamo, la experta en mindfulness familiar, siendo madre de 5 hijos de 5 a 17 años de edad, ha trabajado durante años en el desarrollo de herramientas y hábitos que ayuden a las familias a equilibrar sus vidas.
Considera tu tiempo
Debemos crear momentos para nosotros mismos y para los demás, hay días en la semana que son más pesados que otros, pero los días en donde tengamos un poco de tiempo libre, aprovecharlo para tomarnos un respiro, ese tiempo es sagrado, es para ti y solo para ti.
Sal todos los días
Suena muy sencillo, pero es sorprendente el tiempo que pasamos dentro de casa y/u oficina, expertos dicen con 10 minutos diarios de luz natural cada día, nos ayuda a dormir mejor, lo que mejora tu salud.
Caminar envés de manejar, hacer 15 minutos de yoga en tu patio, disfruta ese ambiente, esa realidad que tenemos y evadimos.
Crea una rutina
Nuestro cuerpo y mente funcionan mejor cuando somos consistentes en una rutina, la familiaridad en las cosas que hacemos nos ayuda a construir una sensación de seguridad y a desarrollar nuestro cerebro patrones que son esenciales para el crecimiento cognitivo.
Comer juntos
Sentar a la familia en la misma mesa es una de las maneras más maravillosas que hay para poner pausa a nuestro día y disfrutar tiempo en familia.
Conversen sobre sus planes para el día (en el desayuno) o como les fue en ese día (en la cena), estos momentos juntos, libres de cualquier distracción, los ayudaran a unir más fuerte los lazos familiares.
Haz lo mejor para no regañar ni insistir en cierta cosa (un recordatorio, sobre todo para los padres de adolescentes).
Ordenar y limpiar la casa
Entre menos cosas necesiten, menos desastre tendrán, ¿en verdad necesitas todas esas cosas? Observa todos los objetos y juguetes que tengas en casa y analiza que tan necesarios son.
Si no tienen algún propósito o tienen algún valor sentimental, considera donarlos o deshacerte de ellos de la mejor manera posible.
Tras hacer esto, sé consciente de las cosas que traes a casa, para evitar desorden.
Repartan las tareas
Es importante para los hijos aprender a contribuir en las responsabilidades del hogar, además de ayudar en que cargues menos peso en la limpieza.
Puedes sentar a toda la familia y escribir los que haceres del hogar, deja que ellos decidan cuáles quieren hacer, esto les da una autonomía en su responsabilidad, si no pueden llegar a un acuerdo, haz una rotación mensual en el reparto de tareas.
Haz tiempo para ti
Priorízate en la ecuación familiar, talvez puedes levantarte 20 minutos antes para hacer yoga o meditar, haz una caminata por la cuadra si puedes, vete a ti misma y toma una ducha, descansa en tu patio y escucha un pódcast mientras haces tu trabajo.
Si no puedes tener ese tiempo, entonces sé consciente en las cosas que haces todos los días, dese las actividades más pequeñas como lavar trastes, prepararte un café, inclusive ir al baño, tómalo como un pequeño descanso mental y de gratitud.
Así como los niños, nosotros también necesitamos recesos para retomar nuestro día.
Deja el celular por un rato
Estamos muy conscientes de lo adictivos que son, ¡están hechos para que mantengamos toda nuestra atención en ellos! Nos centramos tanto en ellos que descuidamos a nuestra familia y a nosotros mismos.
Demasiado tiempo en las pantallas desmedido, tiene efectos negativos en nuestro estado mental.
Prioriza el sueño
Cada vez más estudios señalan la importancia del sueño como el factor más importante para nuestra salud físico-emocional. ¡Tanto el tiempo y calidad son valiosos!
Da las gracias
Cuando las cosas se ven desafiantes y complicadas (inclusive cuando no lo están), debemos de tomar un momento para dar las gracias.
Inclusive en el punto más bajo de nuestro día o semana, hay muchísimo de que estar agradecido, la comida, el sol, los amigos y familiares o inclusive la sonrisa de un extraño.
“Nuestros hábitos diarios decoran y definen nuestra vida. No son negociables, las cosas que llevamos de una hora a otra, por temporadas y años. Talvez podamos burlarnos de ellos, pero encontramos confort en su previsibilidad. E incluso cuando la vida es abrumadora y nos agitamos, podemos confiar en una taza de té por la mañana, colgando la ropa en el tendedero después el desayuno y el limpiar la suciedad y desorden del piso, para hacernos vivir el momento”
