Mutilaron libros y sustrajeron mapas, obras y documentos
Después de que el gobernador de Puebla dijo el martes en conferencia de prensa que en la Biblioteca Palafoxiana mutilaron libros y dibujos; que obras y mapas se los llevaron, académicos e investigadores se pronunciaron y manifestaron que la Palafoxiana, una de las bibliotecas más importantes del país, vive en una situación de fragilidad. La Biblioteca Palafoxiana, que fue declarada por la UNESCO como parte del programa Memoria del Mundo, conserva la biblioteca personal del obispo Palafox y Mendoza, compuesta de cinco mil volúmenes.
El valioso acervo de esta biblioteca de Puebla es víctima del descuido y de falta de un presupuesto que corresponda a un bien patrimonial declarado Memoria del Mundo por la UNESCO, así lo expresaron en un comunicado de prensa los integrantes del consejo de la Biblioteca Palafoxiana, entre quienes se encuentran las doctoras María Isabel Grañén Porrúa (ADABI de México A.C.), y Montserrat Galí Boadella (ICSYH, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla). Los firmantes acusan que esta situación que vive la Biblioteca Palafoxiana se presenta desde que ésta se adjudicó, sin ningún sustento legal, al Organismo Público Descentralizado (OPD) Museos Puebla.
En su mensaje, titulado “La Biblioteca Palafoxiana, Memoria del Mundo, en la encrucijada”, los académicos e investigadores nacionales y extranjeros, nombrados Consejeros de la Biblioteca Palafoxiana desde 2005, hacen público un posicionamiento respecto a los problemas que se refieren a la situación de la Biblioteca y su acervo.
“En diciembre de 2020 y enero de este mismo año 2021, los responsables de este documento convocamos a un Congreso Internacional en el cual se abordó la importancia perdurable de la Biblioteca pero también la fragilidad institucional en la que se encuentra”. Describen que después de la biblioteca pasó a formar parte del Organismo Público Descentralizado (OPD) Museos Puebla “su valioso acervo ha sido víctima del descuido y la falta de un presupuesto que corresponda a un bien patrimonial declarado Memoria del Mundo por la UNESCO. Una distinción a la que el Estado de Puebla no ha dado respuesta, olvidando sus compromisos internacionales. Y no sólo internacionales, sino también las obligaciones que señalan las leyes de Patrimonio federales y estatales. Por el contrario la Biblioteca podía alquilarse para eventos sociales y renunció a la Sala Fabián y Fuero que forma parte indisoluble de la declaración de la UNESCO.
