Encuadres... Se va a quedar
Ángel F. Chávez Félix / El Tiempo de MonclovaSe va a quedar
El pasado 15 de octubre, justo durante una fecha determinante para la revocación de mandato, según lineamientos del Instituto Nacional Electoral (INE), el presidente Andrés Manuel López Obrador adelantó que dejará la Presidencia de la República si en la revocación de mandato de 2022 pierde la consulta con menos del 40% de participación, límite necesario para que sea legal.
“Si la gente dice que no queremos que continúe el presidente, me voy sin ningún problema, es más, aunque, no se llegue al 40%, porque para ser vinculante tiene que participar el 40%... Si se tiene el 30% y la mayoría, 51%, dice cambio, y 49% dice se queda, me voy... porque no se puede gobernar un país como México sin la autoridad moral y política que otorga el pueblo”, dijo textualmente.
En su “mañanera”, AMLO reclamó que de manera increíble y surrealista, ahora sus adversarios "los conservadores" no quieren la revocación de mandato.
"Venían diciendo que querían que yo me fuera, ¿se acuerdan de un movimiento que se llama FRENAAA?, era para que me fuera, y decían que iban a participar. Luego se agrupan todos los conservadores y el plan era, vamos a ganar la mayoría en el Congreso y luego le vamos a ganar en la revocación de mandato, eso decían. Pues ¿qué creen?, ayer fueron a decir a la Suprema Corte que era inconstitucional la consulta, que estaba mal formulada la pregunta. Lo que están haciendo es simular”, señaló el presidente.
Tales declaraciones se enmarcan en un reclamo generalizado de la oposición que acusa, entre otros argumentos, que la consulta representa un gasto innecesario, que da a López Obrador la oportunidad de hacer campaña gratuitamente por los próximos meses, que el ejercicio promueve una polarización más abundante en el país y, además, que si el mandato le es revocado, la nueva figura presidencial emanaría del mismo movimiento del que proviene AMLO.
Ante esto, ese movimiento del actual Ejecutivo federal ha revirado señalando que la consulta es una elección y que si eso es un gasto innecesario, cualquier elección lo sería, o que los mismos movimientos de oposición, como Sí por México, se han dedicado a alentar la polarización con sus ideas y que rechazar un acto democrático como el del próximo año, resulta ilógico, en palabras de políticos como Martí Batres.
Ni tan, tan. Ni muy, muy, a mi parecer.
Es cierto que el país está polarizado, pero eso viene de ambos bandos y de antaño. En vez de intercambiar fuego, la clase política debe entender que la democracia no significa estar todos de acuerdo, pero sí supone brindar las condiciones para poder disentir y que eso no implique un riesgo ni físico, ni económico, ni social o moral, mucho menos un linchamiento.
Sí creo que el presidente tendrá la vía libre para hacer campaña en los tiempos venideros, pero a eso se ha dedicado desde que asumió el Gobierno. Corresponde ahí a la autoridad electoral regular sus espacios de intervención.
AMLO es un genio político. Lo he dicho antes y lo sostengo. Y si en algo comulgo con la tambaleante oposición, es que más que una revocación de mandato, esto será una ratificación del cargo. No creo que tenga el mismo respaldo que en 2018, pero AMLO se va a quedar. Nos toca a todos, políticos o no, saber cómo manejar esto y lo que viene. ¿O usted qué opina?
Macroeditor Web
@afchavezfelix
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