Dos preocupaciones
En este momento, dos grandes temas abarcan mis preocupaciones; ambos son riesgosos y de alta necesidad de atención. Sobre el primero, tenemos un control más “inmediato”. Respecto al segundo, nos corresponde presionar, prevenir y educar.
COVID-19 AL ACECHO
Mi primera preocupación se refiere al COVID-19, una pandemia que recientemente ha dado señales claras de no haber terminado, aunque alarmantemente la actitud de un considerable grupo ciudadano fuera como si la hubiésemos superado.
Al cierre de la semana pasada, tan sólo Coahuila registró 31 muertes por coronavirus y se contabilizaron 198 nuevos contagios en el mismo periodo, 17 casos más en comparación con la semana anterior.
No hubo un día esta semana en el cual no se registrara al menos un deceso por COVID-19 y el promedio fue de 4 muertes diarias.
Coahuila continúa en color verde en el semáforo epidemiológico, lo cual ha permitido la reactivación cada vez con mayores aforos de distintos sectores y podría dar oportunidad para un regreso presencial a las clases dentro del próximo ciclo escolar; sin embargo, si se relajan las medidas sanitarias, tal nivel de riesgo podría cambiar y podríamos transitar por similar camino que la Ciudad de México, siendo que a los capitalinos poco les duró el gusto del semáforo verde que recientemente regresó al amarillo.
Llamo pues a todos a continuar con la prevención necesaria. No dejar de lado el cubrebocas, lavado de manos ni el gel antibacterial o la Sana Distancia.
Corresponde a todos, como población activa y participativa, mantener los números a la baja y evitar la temida nueva ola del COVID-19.
VIOLENCIA EN MÉXICO
Mi segunda preocupación se refiere a la violencia que azota al país, la cual parece haberse disparado en los últimos días.
Al cierre de la pasada semana, al menos 57 personas perdieron la vida en cinco masacres registradas en el país.
Con estas cifras, y de acuerdo a la organización Causa Común, la República Mexicana contabiliza 250 ataques armados de este tipo entre enero y junio de este año 2021.
Los focos rojos fueron Reynosa, en Tamaulipas; Valparaíso y Fresnillo, en Zacatecas; Salvatierra, en Guanajuato y Villahermosa en Tabasco.
Por supuesto, corresponde a las autoridades de los tres órdenes de gobierno tomar cartas en el asunto y garantizar la seguridad.
Sin embargo, si algo nos ha enseñado la historia mexicana es que atender las consecuencias no basta para erradicar la violencia, hay que ir directo a las causas y construir la paz en conjunto. Hago votos para que esta sociedad actual también tome acciones al respecto. La educación debe ser la base.
¿Usted qué opina?
Macroeditor Web
@afchavezfelix
