Encuadres... Claudia y Marcelo
Ángel F. Chávez Félix / El Tiempo de MonclovaClaudia y Marcelo
En física, la tercera Ley de Newton la podemos definir como que a toda acción corresponde una reacción; lo que indica que cuando un cuerpo ejerce una fuerza (acción) sobre otro cuerpo, éste reacciona con una fuerza de igual en magnitud y dirección, pero de sentido contrario.
En planos humanos y sociales, también somos conscientes de que cada acción lleva consigo una consecuencia y que supone asumir una responsabilidad de quien actúo (o no lo hizo), en primera instancia.
La pasada semana, en su conferencia mañanera en Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador despertó críticas por no fincar aún una responsabilidad sobre el colapso en la Línea 12 del Metro, tragedia que dejó 26 muertes.
AMLO fue cauto y esta vez he de reconocer que tiene razón al señalar que es necesario esperar los dictámenes y que corresponde a las autoridades judiciales llevar el caso a las consecuencias legales que amerite.
Sin embargo, sí queda en buena parte de la sociedad la necesidad de que el presidente se comprometa a apoyar la justicia en el caso, sin importar a quien alcance ésta.
Tal comentario lo hago dado que dos de los personajes de mayor peso político actualmente y sumamente cercanos a López Obrador, han sido implicados en la tragedia: el actual canciller Marcelo Ebrard Casaubón, quien fue jefe de Gobierno de la CDMX durante la construcción de la Línea 12, y la actual mandataria capitalina, Claudia Sheinbaum Pardo, a quien se le señala por presuntas omisiones en el mantenimiento de la obra.
La cereza en el pastel entre el Metro, Ebrard y Sheinbaum, es que estos dos últimos se han perfilado como posibles sucesores de AMLO en 2024, aunque ninguno lo haya plasmado públicamente de forma oficial.
Ambos se han comprometido a la justicia, al apoyo en todo lo conducente e incluso a colaborar en el deslinde de responsabilidades; sin embargo, tal postura no ha funcionado para mantenerlos limpios.
Ambos han sido duramente golpeados.
Prueba de esto son los recientes resultados electorales, en que Morena, el partido de ambos y del presidente López Obrador, perdió el control de la Ciudad de México, en una reacción que intelectuales y opositores han atribuido al enojo ciudadano por la tragedia del Metro.
Como dijo Ebrard esta misma semana, en términos correctamente políticos, es pronto para pensar en la próxima sucesión presidencial, pero en términos realistas, ambos deberían estar preocupados y actuando para no verse tan manchados.
El discurso político es útil en tiempos de campaña y concursos de oratoria, pero no siendo tal el escenario y con administraciones o gestiones al servicio público en curso, es necesario actuar si alguno de los dos realmente quiere seguir a la administración de AMLO.
Además, ese actuar debe ser en términos meramente justos y ambos deben estar preparados para la reacción que se ha desencadenado. ¿O usted qué opina?
Macroeditor Web
@afchavezfelix
Únete al canal de difusión de WhatsApp de El Tiempo MX y recibe las noticias más importantes de Monclova, Coahuila y México directamente en tu celular. ¡Haz clic y súmate ahora!
Noticias del tema