El presidente portugués consideró 'absurdo' exigir pactos por escrito tras elecciones
Pedir un pacto por escrito "es un escenario que anticipa la expresión de la voluntad del pueblo".
El presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, consideró hoy "absurdo" exigir acuerdos de gobernabilidad por escrito a los partidos tras las elecciones del próximo enero, porque no quiere condicionar la libertad de voto de los portugueses.
"Es un absurdo que antes de que el pueblo elija el presidente se pronuncie sobre qué debe elegir", dijo en declaraciones a periodistas en el Algarve (sur), en referencia a una noticia publicada sobre que iba a exigir un acuerdo por escrito tras las elecciones.
Pedir un pacto por escrito "es un escenario que anticipa la expresión de la voluntad del pueblo", dijo el presidente, que rechazó "todo lo que sea interferir en la libre voluntad de los portugueses".
En Portugal, la única vez que se exigieron acuerdos por escrito fue en 2015, para la llamada "geringonça" -una alianza que permitió al Partido Socialista gobernar cuatro años con el apoyo parlamentario de comunistas, Bloco de Esquerda y Verdes-, cuando el jefe del Estado era Aníbal Cavaco Silva.
Rebelo de Sousa recordó que entonces "el partido que iba a formar gobierno no había sido el más votado" y que las formaciones que lo iban a apoyar "estaban fuera de la esfera de poder" y probablemente el entonces presidente "tenía dudas sobre ellos en aspectos de política externa y económica".
Aun así, recordó que en esos acuerdos por escrito nunca quedó recogida la obligación de votar a favor de los Presupuestos, sólo la de negociarlos.
"La regla en la democracia portuguesa es no exigir acuerdos escritos", insistió.
Tras la inédita alianza de 2015, el Partido Socialista ganó las elecciones de 2019 pero se quedó a ocho diputados de la mayoría absoluta, y António Costa decidió gobernar sin acuerdos, negociando medida a medida.
Entonces, Marcelo Rebelo de Sousa ya era presidente y no exigió ningún acuerdo por escrito.
La estrategia de Costa no le ha durado toda la legislatura y sus antiguos socios de la izquierda votaron contra el Presupuesto para 2022, lo que ha abocado al país a elecciones anticipadas, que se celebrarán el 30 de enero.
Por ahora, tanto socialistas como comunistas y Bloco no han cerrado la puerta a negociar tras los comicios, en caso de que ningún partido consiga la mayoría absoluta.
Los primeros sondeos realizados tras la crisis política concluyeron precisamente que habrá victoria socialista pero que necesitará a las fuerzas de izquierda para gobernar.
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