Análisis a tiempo Estirón de orejas

ESTIRÓN DE OREJAS…
Si algo le preocupa e incluso le molesta a un Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), es que le exhiban todas las deficiencias e irregularidades que se cometen en cada una de sus unidades médicas, que, si bien es cierto no salen de una para entrar en otra.
Hace días, Periódico El Tiempo de Monclova, dio a conocer en exclusiva el congelamiento que sufrieron las líneas que conducen el oxígeno medicinal a cada una de las camas con las que cuenta la clínica 7 del IMSS, que en una de sus unidades fue reconvertida en Hospital Covid, y que, por consecuencia los hospitalizados dependen del propio oxígeno para la recuperación de su salud.
Y para muestra, se captaron graficas donde el personal del IMSS trabajaba a marchas forzadas para retirar todo el hielo que se formó en las líneas que salían de los tanques de almacenamiento que tienen al exterior de la clínica 7 y que pudieron causar serias consecuencias si dichas líneas hubieran “tronado” dejando sin oxígeno a los hospitalizados.
Para mala suerte de los directivos de esta unidad médica, la nota de este medio multiplataforma llegó hasta la dirección nacional del Instituto Mexicano del Seguro Social que dirige Zoé Robledo, lo que fue suficiente para que direccionará de inmediato sus reflectores hacía Monclova.
A mí no me crea, pero hay quienes aseguran que desde la oficina de Zoé Robledo, se comunicaron furiosos con los directivos del Hospital General número 7 de Monclova para exigir principalmente explicaciones sobre este congelamiento luego de que no es un tema nuevo para las unidades médicas del país.
El cuestionamiento que exigieron desde la dirección nacional, fue sobre qué se está haciendo para prevenir nuevamente este incidente, pensando en que no se puede poner en riesgo a los hospitalizados.
Además, se les recordó que el tema no es nuevo y existe un antecedente en Yucatán, donde sí se reventaron las líneas de oxígeno, pero para fortuna del IMSS el tema se manejó hermético, es decir nadie se dio cuenta y mucho menos se publicó en algún medio de comunicación.
Les preocupa principalmente la imagen, pero el sol no se puede tapar con un dedo considerando el sinfín de deficiencias que tienen, pero más les preocupa que no vuelva a suceder, quizá por la afectación que le causaría al hospitalizado y por la imagen del instituto, (queremos pensar así).

Y HABLANDO DE…
El que se ha convertido en venta de pánico, es precisamente el oxígeno medicinal y al menos así se ha comportado en la Región Centro tras la automedicación incontrolada que muchas personas se han hecho ante el incremento de contagios de Covid-19.
El problema es que el desconocimiento absoluto del tema y empecinados a su automedicación compran tanques de oxígeno en redes sociales sin saber que son cilindros contaminados, pero en los casos que, si adquieren los correctos, los usan sin requerir medicamente el oxígeno, es decir, sin alguna recomendación médica y es por ello que se ha disparado considerablemente esta demanda.
La psicosis podría comenzar a desabastecer el oxígeno en la región y es lo que regularmente provoca una venta de pánico, que personas que no lo requieren lo tengan almacenado mientras que aquellas que les urge, no lo encuentren en existencia.

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