Sepultan cuerpo de marino desaparecido en 2018 en Oaxaca
El Universal / El Tiempo de MonclovaCon su cuerpo hallado, la familia obtiene un poco de paz: ahora tendrán un sepulcro donde llevarle flores y veladoras
SANTO DOMINGO TEHUANTEPEC.- Una gorra verde y dos blancas de la Secretaría de la Marina (Semar) recorren sobre un ataúd de madera la pequeña Finca de Santa Teresa, ubicada en Santo Domingo Tehuantepec. El reloj marca las 3 de la tarde cuando el cuerpo del marino Bruno Avendaño Martínez entra a la iglesia de Santa Teresa de Jesús, dos años y medio después de su desaparición misteriosa. Los mismos 30 meses que su familia no dejó de buscarlo.
El cuerpo del marino de 37 años de edad regresa a su tierra dentro de un féretro para recibir una misa en compañía de su madre, hermanos y amigos. Con su cuerpo hallado, la familia obtiene un poco de paz: ahora tendrán un sepulcro donde llevarle flores y veladoras. Ese es el único consuelo que arropa a Lukas, su hermano, quien encabezó una campaña desde el primer día de su desaparición, que ahora tiene un cuerpo al que llorar.
Bruno era policía naval general de la Secretaría de Marina en activo y el 10 de mayo del 2018, mientras estaba de vacaciones en su tierra, después de trabajar en el huerto familiar, se fue a cargar material de construcción en terrenos de San Blas Atempa. De acuerdo con testimonios, Bruno fue visto por última vez a las 3 de la tarde ese día por el señor Goyo, el operador de un camión de carga, cuando estaba en el crucero que hacen los caminos a las poblaciones de Tehuantepec y San Blas Atempa.
Después de dos años y medio de búsqueda, el pasado 12 de noviembre, la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) informó a la familia que localizaron un cuerpo en una fosa, localizada en un terreno cercano al Hospital General de Tehuantepec, en el tramo Tehuantepec - Salina Cruz. Los estudios arrojaron que eran los restos de Bruno, por lo que se procedió a las diligencias correspondiente desde las instalaciones de la FGEO.
De acuerdo con Lukas Avendaño, el cuerpo de su hermano les fue entregado este miércoles y llegó el jueves a su casa, con los suyos. Ahora la familia de Bruno emprenderá una lucha por esclarecer el crimen y exigir justicia, pues mientras su hermano cruzó océanos y llevó la demanda de que el marino apareciera con vida hasta a Europa, el cuerpo de Bruno nunca se alejó más de 12 kilómetros del hogar familiar.
"Bruno fue encontrado en una fosa a la altura del Hospital de Tehuantepec, a nosotros nos notificaron del hallazgo el 12 de noviembre, que había dado positivo el estudio. Fue pronto porque hemos estado en comunicación de los funcionarios de la Fiscalía General de Oaxaca y nosotros llegamos el martes a la capital. El miércoles a la 1 de la tarde ya pudimos disponer de mi hermano, y de Oaxaca lo pudimos traer a Tehuantepec", narra Lukas mientras a lo lejos se escucha la música de viento que acompaña al marino a volver a la tierra.
Pero Lukas sabe que este sólo es el primer paso para llegar a la verdad y la justicia. Dice con seguridad que sigue la exigencia para que se esclarezca el homicidio de su hermano, sobre todo porque funcionarios de la Fiscalía le aseguraron a la familia que el marino “andaba de fiesta”, cuando se pedía que se acelerara su búsqueda.
"En un primer momento, el Vicefiscal de Tehuantepec, el fiscal en jefe, el Ministerio Público, y el agente investigador dijeron que Bruno andaba de fiesta. Incluso yo los interpelé diciéndolos que si sucedía lo contrario, ellos iban a tener que explicarnos lo que pasó. A dos años y seis meses nuestra exigencia es en ese sentido, que nos expliquen por qué ahora Bruno aparece muerto", explica doliente Lukas.
La familia también exige a la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) que se pronuncie por los actos de revictimización que sufrieron de parte de la Fiscalía de Tehuantepec. "Desde el primero de junio de 2018, que interpusimos la primera queja, hasta el día de hoy, la Defensoria sigue sin pronunciarse y sin resolver. Seguiremos hasta que tengamos derecho a la verdad, a la justicia y a la no repetición", señalan.
La fuerza de la comunidad
La historia de Bruno y la búsqueda de su familia llegó al cine con el cortometraje "La Utopía de la Mariposa", donde participa Lukas, su hermano, bailarín y artista de performance zapoteco.
Lukas está convencido que si no fuera por toda la comunidad local, regional, estatal, nacional e internacional que los han acompañado, no podría dar a conocer lo que él considera una buena noticia entre todo lo malo, tener a Bruno de regreso.
"El ser comunidad y estar en comunidad tiene sentido y razón y de ahí de que nosotros estemos siempre apelando a la comunidad", dice el artista, quien considera que la desaparición y la muerte son en sí mismas agravios a la dignidad de las personas, pero que es la indolencia institucional, el que considera como la ofensa mayor.
"Se sabe que tienen sus obligaciones, que tienen deberes, y no cumplen en tiempo y forma con sus obligaciones. Ese agravio se va multiplicando, de ahí que la desaparición se considere un delito de lesa humanidad", finaliza Lukas, con la certeza de que él y su madre tendrán sólo un poco de descanso.
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