Los fallecimientos por el nuevo coronavirus y el número de nuevos casos repuntaron en las últimas 24 horas en Irán, donde hasta ahora han muerto 23,313 personas y más de 400,000 se han contagiado.
Según las cifras difundidas este lunes por el Ministerio de Salud, desde ayer se registraron 156 muertes y 2,619 nuevos contagios, lo que supone un 22 % y un 25 % más, respectivamente, que en la jornada anterior.
La portavoz de Salud, Sima Sadat Lari, informó asimismo de que en las últimas 24 horas 1,382 pacientes debieron ser hospitalizados y que en la actualidad 3,798 enfermos se encuentran en estado crítico y están siendo atendidos en las unidades de cuidados intensivos.
Del total de 404,648 casos confirmados de COVID-19 desde el inicio de la pandemia en Irán el pasado febrero, el 86 % ya se han recuperado.
A día de hoy hay trece provincias de 31 en estado rojo, el de máxima gravedad, entre ellas Teherán, Isfahán y Qom, siendo esta última la que más preocupa al Ministerio de Salud.
Según la portavoz, la provincia de Qom "desde hace varias semanas consecutivas está en estado de alerta" y la incidencia de las hospitalizaciones es "superior a la media nacional".
Sadat Lari achacó el agravamiento de la situación en Qom y, en general, el repunte de los casos en el país al no cumplimiento de los protocolos sanitarios, sin entrar en más detalles.
No obstante, este nuevo aumento de los contagios y decesos, constante desde hace unos días aunque más llamativo en las últimas 24 horas, se produce dos semanas después de la festividad de Ashura, que puede haber influido.
La Ashura es la festividad más importante para los chiíes y atrae a las masas en Irán. Aunque las autoridades obligaron a cumplir con una serie de protocolos, como el uso de mascarillas y la celebración en espacios al aire libre guardando las distancias, las aglomeraciones fueron inevitables.
