Entre dolor y llano despiden a las víctimas de feminicidio
REDACCIÓN / EL TIEMPO DE MONCLOVAPena máxima para el homicida piden habitantes de San Ignacio
SAN PEDRO, COAH.- Rabia e indignación son los sentimientos que prevalecen entre todos los habitantes del ejido San Ignacio, así se percibió durante la ceremonia con la que despidieron familiares y amigos a Rosa María (84 años), Elvira (54 años), Wendy (32 años) y Rosa Elvira (37 años), la abuela, madre e hijas que fueron asesinadas presuntamente por José “N”, la expareja de Rosa Elvira, en este municipio.
El Fiscal General de Coahuila, Gerardo Márquez Guevara, informó que, de encontrarse culpable, José “N” podría recibir una sentencia de hasta 100 años de prisión.
Dagoberto Ramírez Acevedo, hijo de María, hermano de Elvira y tío de Wendy y Rosa Elvira, pide la pena máxima para el presunto responsable y menciona que el crimen contra las cuatro mujeres es como si hubieran asesinado a toda la familia, a una parte del rancho, agrega refiriéndose al ejido.
La madrugada del pasado martes, supuestamente José, expareja sentimental de Rosy, se brincó por los techos e ingresó a la casa. Se topó con Elvira, su exsuegra, discutió con ella y la mató.
Lugo sorprendió dormida en su habitación a Rosa María. Siguió con Wendy y después con Rosy, su expareja. Según el relato de Dagoberto a la Fiscalía, el presunto feminicida utilizó una pala acabar con ellas.
“Abrí las cajas para reconocerlas. Con todo el proceso es muy fuerte, muy complicado. Totalmente irreconocibles. Desfiguradas. Con Rosy se ensañó”, describió Dagoberto.
Pidió que se le dé el castigo que merece y también exigió a las autoridades “que no vayan a salir con que fue violado el debido proceso”.
Consternado y con lágrimas en los ojos, Dagoberto Ramírez recordó que su familia siempre se dedicó al cultivo de algodón, maíz o frijol. Eran ocho hermanos. Platicó que su mamá, María, era una mujer incansable que solía llevarles el desayuno al trabajo y cuando llegaba ayudaba a pizcar el algodón o a cortar el maíz o el frijol.
“Se regresaba media hora antes para que cuando llegáramos la comida estuviera preparada”, dijo.
Se levantaba a las cinco de la mañana a poner el nixtamal para las tortillas que hacía en un comal de leña. Era una mujer de 84 años que, de acuerdo con su hijo, era tan fuerte que creían que llegaría a los 100 años.
Dagoberto tiene 29 años de vivir en Zacatecas, pero visitaba seguido el rancho donde ocurrió el múltiple feminicidio.
Sobre su hermana Elvira contó que era madre soltera. Se casó con un trailero que un día salió y jamás se volvió a saber de él. Tuvo a Rosy y a Wendy.
Antes de enterrar a las cuatro mujeres, Dagoberto mencionó unas palabras: “Nos matan a todos. Ya nos destrozaron. Todos vamos a morir, pero no de esta manera. Descuidamos mucho a los hijos y no se forman valores ni respeto. ¡Despierten!”.
Únete al canal de difusión de WhatsApp de El Tiempo MX y recibe las noticias más importantes de Monclova, Coahuila y México directamente en tu celular. ¡Haz clic y súmate ahora!
Noticias del tema