A 40 años de su muerte, el departamento de Bomberos y Protección Civil, así como autoridades municipales, recordaron a estos heroicos tragahumo
DOLORES GUERRERO/REPORTERA
Luego de cumplirse 40 años de la muerte de los comandantes generales, Juan Enrique Salas López y Martín Lucio Cepeda, autoridades municipales y elementos del Heroico Cuerpo de Bomberos de Monclova les ofrendaron flores y un homenaje a quienes en cumplimiento de su deber perdieron la vida.
Agustín Ramos Pérez, Director de la corporación, fue quien encabezó el homenaje, acompañado por el Regidor Eduardo García Andrade, la Síndico Marlene Montelongo y el Comandante Julio César Ríos, quien fue el encargado de leer una reseña de la vida de cada uno de los comandantes.
“A nuestros compañeros caídos les hacemos un homenaje, les tenemos cariño y respeto pues su ejemplo nos motiva a ser mejores servidores, esta fecha es sumamente importante para nuestro departamento que fue un hecho triste y lamentable”.
Juan Enrique Salas López, nació el 27 de enero de 1958, trabajador de AHMSA ingresó al Departamentos de Bomberos voluntarios, se colocó una lona invitando a la población a formar parte de este grupo, su interés creció y vio que ayudar era lo suyo destacando como uno de los mejores elementos.
Era una persona responsable, alegre, comprometida, cuando veía pocos elementos se quedaba varios días de guardia ayudando a sus compañeros, recibió el grado de Cabo, su clave única de Registro era el R-14, reflejaba compañerismo y siempre fue un verdadero bombero voluntario comprometido con la sociedad aun a costa de su vida, falleció a los 25 años.
Comandante General Martín Lucio Cepeda, nació el 7 de abril de 1964, a su corta edad ingresó a los Bomberos voluntarios estando en la Secundaria, descubrió su pasión en las actividades y servicios que cubría, se destacó por su disciplina, destreza y aprovechó al máximo las rutinas que se realizaban los fines de semana.
Debido a su corta edad y por el reglamento interno no podía acudir a los servicios, pero convenció a su familia de que firmaran un oficio para que se lo permitieran y así cumplió su sueño de ser Bombero recibiendo su registro único R-36.
Su característica principal era ponerse sus botas y limpiar las unidades, falleció a los 18 años de edad.
El accidente ocurrió el 3 de marzo de 1980 suscitó el primer accidente fatal para bomberos de Monclova de compañeros que cumplían sus funciones, atendían un incendio en la colonia Asturias, mientras trabajan fueron embestidos por un automóvil que impactó una unidad de Seguridad Pública y ésta a su vez a los bomberos que murieron uno en el lugar, el otro en traslado al hospital, por eso hoy se les recuerda con honor y respeto.
Posteriormente las autoridades colocaron una ofrenda floral en honor de los elementos mientras se pasaba lista de los elementos presentes.
