DOLORES GUERRERO/REPORTERA
Ejidatarios de la Curva de Juan Sánchez, así como familiares de estos, se manifestaron la mañana de ayer para pedir el apoyo del titular de la Secretaría de la vivienda y ordenamiento territorial Jericó Abramo Masso, luego de que les dijeron que este estaría en conocido hotel de la ciudad.
Y aunque el funcionario estatal no acudió a la cita, estos pudieron comunicarse con su asistente quien les informó que no había una cita agendada ni visita del funcionario, pero dispuso una cita para que ellos viajaran a Saltillo a plantear la problemática y resolverles la situación.
Rubén Ortiz Ramírez, comisariado ejidal dijo que esta problemática data desde la Fundación del Ejido Curva de Juan Sánchez, hace poco más de 65 años, “este ejido que fue donado por un decreto presidencial fue para 44 ejidatarios originalmente, que aquí no se puede sembrar nada, pero al haber pastizal, nuestros antecesores criaban animales y usaban los terrenos para alimentar el ganado”.
Posteriormente a la llegada de AHMSA, el Ejido cedió 80 hectáreas a la empresa, pues fue parte del progreso y a los ejidatarios se les dio media hectárea por ejidatario, el problema es que algunos murieron y nunca hicieron el juicio sucesorio, ni el trámite para que uno de sus parientes se hiciera ejidatario.
De acuerdo al Artículo 57 de la Ley Agraria, esta señala que si un heredero de un ejidatario vive en el terreno de su padre, los ejidatarios deben de respetarlos en el lugar que viven y si un ejidatario renta una parte del predio o casa a una persona y esta tiene 2 o más años viviendo, este pasa a ser parte de la comunidad como avecindado y por lo tanto no puede ser sacado del ejido.
Actualmente de los 44 ejidatarios originales solo quedan 17, el resto no están acreditados como tal, por lo que pidieron al Gobierno del Estado que los apoye para hacer los trámites necesarios y acreditarse como herederos y tener derecho a escriturar estos terrenos.
“Vamos a tener ya la tercer generación de personas viviendo en este ejido” dijo la señora María Esther Ramírez, quien es presidenta del Seccional 423 de dicho lugar e hija de uno de los ejidatarios fundadores, “pero como nuestro padre no dejó los papeles en orden, nosotros no podemos tener certeza jurídica y es lo que buscamos”.
