Clama ayuda desempleado

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[quote]Jesús desde hace meses se quedó sin empleo; una de sus hijas padece Leucemia[/quote]

MARCO ESCALERA/REPORTERO

Un grito desesperado de ayuda dio Jesús Rosales Martínez, quien está desempleado desde hace meses y carece de ingresos para enfrentar la Leucemia que padece su hija Mía de 13 años de edad quien requiere de atenciones constantes en la Ciudad de Saltillo y es difícil afrontar esto con los bolsillos completamente vacíos.

Jesús Rosales es un Padre de familia de tres hijas, 15, 13 y 7 años de edad, que junto con su esposa han enfrentado la lamentable enfermedad de su hija Mía Sherlin, quien desde el año pasado resultó con leucemia y tiene que ser atendida de manera constante.

La atención en su momento la consiguieron en esta Ciudad y su trabajo como pintor y jardinero le comenzó a dar un poco para enfrentar los primeros gastos de un tratamiento que se pronosticaba largo y costoso sin tener idea de cómo lo iban a enfrentar.

Las cosas comenzaron a ponerse mucho más difíciles cuando este padre de familia se quedó sin empleo, justo cuando se requería mayor ingreso económico al momento en que se le otorgaría mayor atención a su hija, ya que sería recibida en el hospital del niño en la Ciudad de Saltillo.

Sería ahí donde le estarían haciendo las transfusiones de sangre que necesita, lo que obliga prácticamente una enfermedad llamada Leucemia y que constantemente tiene que acudir a la Ciudad de Saltillo para seguir con el tratamiento y enfrentar valientemente esta enfermedad.

No había dinero, no había ingresos, no había ayuda de nadie y ni la esperanza de obtener un trabajo pronto para Jesús Rosales, quien desesperadamente y con enorme pena en su rostro se acercó con las autoridades Municipales para pedirles ayuda.

El apoyo llegó, la ayuda la obtuvo, pero solo por única vez se le apoyó para uno de los tantos traslados que requiere su hija a la Ciudad de Saltillo.

Desafortunadamente no tuvo la manera de demostrar con papelería expedida por el Hospital de Saltillo que esto sería constante, que se estará atendiendo a su hija cada cierto tiempo y el tratamiento médico que recibe y por ello no hubo más apoyo, puesto que los gastos tiene que comprobarse.

Una vez que ya no habría manera de obtener apoyo gubernamental, la situación se tornaba mucho más difícil para esta familia, no había de donde echar mano para llevar a la niña adolescente a sus quimioterapias y seguir luchando contra esta enfermedad.

Solo había una opción para llegar hasta la Ciudad de Saltillo y recorrer esos 190 kilómetros que dividen esta Ciudad y su lugar de destino, y eso era irse de “rait” pero qué más daba hacerlo de esta manera cuando se trataba de la salud de su hija.

Se armaron de valor y decidieron pedir este favor a través de redes sociales, pedir un “aventón” a gente desconocida, a aquellos que en ocasiones los fines de semana salen de viaje a la Capital del Estado o simplemente tiene que ir por cuestiones de trabajo, pero en este viaje únicamente iban la madre y la paciente, ya que Jesús Rosales sabía que tres eran demasiados.

Las razones se publicaban explicando que habría que llevar a esta pequeña a uno de sus tratamientos y afortunadamente encontraron gente que confió y creyó en las necesidades que tienen, pero no siempre fueron familias o parejas jóvenes las que decidieron ofrecerles el “rait” que necesitaban.

Esto sin contar con las hambres que pasa su esposa, quien tiene que estar un par de días en la Capital del Estado y si no hay para comer tiene que pasar el fin de semana sin probar bocado.

Hubo algunas ocasiones en las que tuvieron que soportar algunos detalles como aceptar a hombres que se ofrecían a llevarlas hasta la Ciudad de Saltillo, pero en el camino comenzaban a ingerir bebidas embriagantes que de alguna manera les incomodaba, pero el fin justificaba los medios, finalmente no importaba con tal de llegar al destino.

Según Jesús Rosales fueron varias ocasiones en las que su esposa e hija vivieron esto, pero afortunadamente nunca les faltaron al respeto, y a pesar de eso siente que no tenían el derecho de exigir puesto que el favor que les hacían era tan grande que el tomar en el camino salía sobrando.

Hoy en día su hija sigue recibiendo el tratamiento y al seguir sin empleo se concentró en la Plaza Principal donde lanzó un grito de ayuda a toda la población a través de este medio impreso para seguir enfrentando la enfermedad de su hija.

Usted puede ayudar a Jesús Rosales, contáctelo al 0448661226626 es el número del móvil que trae.

 

 

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