Un llamado a la unidad y concordia de los coahuilenses hizo el Gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís, quien además anunció la ejecución de una serie de obras que han quedado pendientes este año.
Ratificó su disposición de trabajar de la mano con las 38 Alcaldesas y Alcaldes de la entidad, los que estarán en funciones de aquí al fin de año y los que a partir del primero de enero de 2019 asumirán su responsabilidad.
La nueva composición política de la entidad obliga a estar en diálogo permanente para generar los consensos y la necesaria coordinación, ya que los recursos federales solo tienen una vía que es el Congreso y es ahí donde aplica el trabajo de todas y de todos los Legisladores en la conformación de un frente único que permita la disposición de presupuestos adecuados para el próximo año.
Dentro de sus propósitos está la orientación de recursos para La Laguna, a fin de que esta región siga avanzando en competitividad con la construcción de infraestructura educativa y productiva, según dijo.
Respecto a la figura que representan los coordinadores en los Estados dentro de la nueva conformación en el organigrama federal, Riquelme Solís opinó que es facultad de Ejecutivo Federal que no trastocará las funciones de los gobernadores.
La realidad es que siempre han existido en los Estados Coordinadores de Delegaciones Federales, pero una vez que entre en funciones el nuevo Gobierno, la realidad hacia el interior de los estados va a ser distinta, ya que se habla de la desaparición de delegaciones.
En el caso de Coahuila, con una superficie de 152 mil kilómetros cuadrados, sí requiere de la atención de delegaciones como Sagarpa, Conagua, Sedesol, en comunidades alejadas, porque muchos productores no tienen la capacidad de acudir a realizar gestiones o apoyos en otras entidades; sin embargo, manifestó que hay que esperar para ver cuáles son realmente las decisiones que se tomen en la anunciada transformación.