VANGUARDIA / EL TIEMPO
Miami.- Tras visitar un albergue que acoge en Homestead a un millar de menores indocumentados, el senador estadounidense Marco Rubio dijo hoy que fue "desgarrador" conocer las historias de los jóvenes y niños retenidos en estas instalaciones en el sur de Florida.
"Fue desgarrador enterarse del trauma y las dificultades que soportaron en su tierra natal, y de su viaje aquí como resultado de ser separados de su familia",indicó el republicano en un comunicado.
Rubio prometió velar por el bienestar de los niños y para "que se reencuentren con sus padres lo antes posible".
"Sus circunstancias son el resultado directo de la combinación de violencia e inestabilidad en nuestro hemisferio, y las políticas y prácticas que han incentivado a los adultos a llevar a los niños en la peligrosa travesía de cruzar ilegalmente nuestra frontera en el sur", señaló.
En un mensaje en su cuenta de Twitter, Rubio reconoció hoy que separar a las familias es "cruel" y que aunque no será fácil reunir a las familias, es necesario hacerlo.
"No podemos volver nunca más a la política de separar familias o liberar a todos", manifestó Rubio dos días después de que el presidente Donald Trump firmara una orden ejecutiva que puso fin a su política de apartar de sus padres a los hijos de indocumentados que cruzan la frontera con México para mantenerlos detenidos juntos.
El albergue floridiano, que empezó a recibir a menores indocumentados en febrero pasado, alberga en la actualidad a casi unos 1.200 indocumentados, de los cuales 70 son niños separados de sus padres recientemente en la frontera sur, según declaró al diario Miami Herald Leslie Wood, directora del recinto.
Hasta este albergue, con capacidad para 1.350 niños y al que hoy tuvo acceso un grupo de periodistas locales, llegaron el pasado martes el senador Bill Nelson y la congresista Debbie Wasserman Schultz, ambos demócratas, aunque se les impidió el acceso.
Nelson, un opositor a la política de "tolerancia cero" contra los indocumentados que ha implementado la Administración Trump, tiene previsto realizar el sábado una nueva visita a ese albergue para hablar con los menores separados de sus familias y constatar las condiciones en las que se aloja a los indocumentados.
Ese mismo día, organizaciones por los derechos de los indocumentados harán una concentración frente a este albergue para pedir que se libere a los menores y padres inmigrantes detenidos como consecuencia de las restrictivas políticas migratorias.
El Departamento de Justicia anunció en abril pasado la aplicación de la política de "tolerancia cero", que implica tratar como criminales a los indocumentados que entran al país y encarcelarlos, por lo que sus hijos deben ser apartados y enviados a albergues, medida que fue suspendida tras la orden ejecutiva de Trump.
El albergue floridiano fue cerrado en abril de 2017 tras acoger a cientos de niños que llegaron sin compañía de un adulto a la línea divisoria con México, principalmente provenientes de Guatemala, Honduras y El Salvador, pero fue reabierto a comienzos de año tras el aumento de la llegada de estos chicos a la frontera sur.