La Selección de Colombia se vio sorprendido por un conjunto de Japón que supo aprovechar las debilidades del rival y con dos jugadas a balón parado se llevaron los primeros tres puntos en disputa dentro del Grupo H en el Mundial Rusia 2018.
De inmediato hubo peligro, pasaron 4 minutos y ya se había marcado un penalti y el central sacó la primera tarjeta roja del Mundial, una de las más rápidas de la historia, la otra México 1986 a José Batista de Uruguay. En un balonazo al frente, Yuya Osako ganó el duelo y enfrentó a Ospina, el arquero colombiano ganó ese duelo, pero el rebote le quedó a Shinji Kagawa, quien disparó a portería, pero Carlos Sánchez metió el brazo con clara intención de detener la trayectoria y el árbitro pito la pena máxima y Sánchez se fue expulsado. El mismo Kagawa se paró desde los once pasos y engaño a Ospina para abrir el marcador. José Néstor Pekerman ajustó el medio campo tras la expulsión y los cafetaleros emparejaron las acciones y en un cobro de tiro libre encontraron la jugada para conseguir el empate.
Juan Quintero se avivó y el tiro libre lo cobró de una forma poco esperada, la barrera nipona saltó para cubrir el ángulo y Quintero cobró raso para terminar dentro del arco a pesar de la estirada del arquero Eiji Kawashima, además, el ojo de halcón validó la anotación. Primer colombiano en marcar en dos mundiales, el primer tanto fue en Brasil 2014 ante Costa de Marfil. Japón ajustó su medio campo en la segunda mitad, pero sin renunciar al ataque, sabía que con la superioridad numérica era factible sacar el triunfo. Llegó el segundo tanto para los del sol naciente, otro balón parado, un tiro de esquina por punta de la izquierda, encontró a Yuya Osako y remató a segundo poste para regresarle la ventaja al conjunto nipón.