AGENCIAS/EL TIEMPO
NICARAGUA.-El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, advirtió que no abandonará el gobierno porque el país "no es propiedad privada de nadie", al responder demandas de sus adversarios que le han instado a retirarse del poder. Ortega se presentó sorpresivamente junto a su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, ante miles de simpatizantes reunidos en una avenida de Managua para demostrar apoyo al gobierno, frente a una multitudinaria marcha opositora que se realizó de forma casi simultánea. Te recomendamos: AI critica "estrategia letal de represión" en Nicaragua "Nicaragua nos pertenece a todos y aquí nos quedamos todos", dijo el mandatario tras hacer un largo recuento de los conflictos bélicos que azotaron al país desde el siglo XIX. "Nicaragua no es propiedad privada de nadie, la dueña de Nicaragua somos todos los nicaragüenses, independientemente de nuestros pensamientos políticos, religiosos e ideológicos. Dios nos dio esta tierra a todos los nicaragüenses", afirmó. Ortega dijo comprender "el dolor de las madres" que han perdido a sus hijos en enfrentamientos ocurridos desde abril pasado, pero sostuvo que "ese dolor inmenso no puede llevar a la destrucción de las familias nicaragüense, no puede llevar a la muerte y a la guerra nuevamente entre las familias nicaragüenses". "Estamos viviendo momentos en los que el odio está sacando las uñas", señaló en referencia a las demandas de estudiantes, empresarios y la sociedad civil para que se retire del gobierno y se realicen elecciones anticipadas. "El odio, el demonio, están sacando las uñas para destruir un país que tenía paz, una Nicaragua que era admirada en el mundo por su capacidad de reconciliación", aseveró. Ortega habló en momentos en que, en otro sector de Managua, paramilitares atacaron con armas de fuego y bombas caseras a una manifestación de miles de personas para homenajear a las madres de los estudiantes muertos en las protestas de abril y para pedir la renuncia del presidente. Casi simultáneamente, grupos de desconocidos atacaron a pedradas las instalaciones del canal 15 de televisión (100 por ciento Noticias) y dañaron la planta transmisora de Radio Darío en la ciudad de León (occidente). Ambos medios de comunicación son críticos del gobierno.