ADRIAN MACÍAS/EL TIEMPO
La derrama económica por el pago de utilidades y diversas prestaciones, ha puesto a la Región Centro de Coahuila en la mira de extorsionadores que buscan, vía telefónica, quedarse con el dinero que con tanto esfuerzo se han ganado los trabajadores.
Pero no sólo los trabajadores están siendo blanco de intentos de extorsión, sino también las empresas, lo que muestra que los delincuentes cuentan con los conocimientos necesarios en tecnología, para hacer caer en el engaño hasta a empresarios y a sus empleados profesionistas.
A lo largo de la semana han ocurrido diversos casos en los que delincuentes, mediante llamadas, buscan sacar cualquier dato personal mediante tácticas psicológicas y tecnológicas.
Tal es el caso de un joven identificado como José Luis de la colonia Los Bosques, quien alertó sobre una llamada que recibió del número 5582702031, y su interlocutor se identificó como empleado de TELCEL, el cual le indicó que sólo le haría llegar las promociones actuales; acto seguido le mandó un código para que lo abriera, sin colgar la llamada.
Al recibir el código, el joven vio que no traía ningún logotipo y decidió colgar, tras lo cual acudió a TELCEL y contó lo ocurrido, donde le informaron que se trataba de una nueva modalidad de extorsión, y que ese código era más bien un virus que “hackeaba” su teléfono y accedía de inmediato a toda la información personal, cuentas bancarias enlazadas, fotos y contactos, información que luego usarían para extorsionar.
Otro de los casos ocurrió en una empresa de Frontera, dedicada a la exportación de mercancía, donde el encargado recibió una llamada de un presunto ejecutivo de aduana, quien le indicó que había que pagar una cantidad cercana a los 20 mil pesos, por el embarque de mercancía en curso, y que si no se depositaba de inmediato, el trámite sería cancelado y la exportación no se realizaría, lo que haría a la empresa perder ese negocio. Por fortuna, dicha empresa no fue extorsionada, luego de que el personal está adiestrado para evitar ese tipo de robos.
También en Frontera, la recepcionista de un negocio fue blanco de los extorsionadores, quienes se hicieron pasar por ejecutivos de una cámara de comercio y le indicaron que estaban realizándole un envío, pero que era necesario pagar cierta cantidad de dinero para otorgarles el número de guía, lamentablemente, la empleada pagó la cantidad exigida, pasadas las horas supo fue una extorsión telefónica.
A estas modalidades de extorsión, se le suman las efectuadas en hoteles de la Ciudad, donde los delincuentes se hacen pasar por miembros de la delincuencia organizada y enlazan a varios huéspedes, logrando así un secuestro virtual masivo, como el ocurrido en días pasados en un hotel ubicado frente a la Central de Autobuses.