ESMERALDA BARRERA/REPORTERA
FRONTERA, COAH. Tras los señalamientos de haber cometido delitos sexuales hace 6 años y actualmente haber huido de la parroquia Nuestra Señora del Sagrado Corazón, la diócesis de Saltillo presentó al padre César Isidro Córdova para desmentir las acusaciones y asegurar que se trata de una campaña de desacreditación, difamación y calumnia posiblemente orquestada desde el Gobierno.
En rueda de prensa donde además estuvieron los párrocos Gilberto Almaraz, Eduardo Neri, José López Sandoval y la vocera de la diócesis Jackie Campbell calificaron como un campaña que inició en contra de la iglesia, luego que el Obispo Raúl Vera presentara una denuncia ante la Corte Internacional contra el entonces Gobernador Rubén Moreira, una denuncia por la desaparición de Coahuilense, a partir de ahí la Fiscalía rescató viejos expedientes de supuestos abusos de curas hacia menores de edad.
Incluso la Fiscalía llamó a declarar al Obispo Raúl Vera y 17 párrocos donde se intentó que hablaran mal los unos de los otros, por lo que aseguraron no se trata más que de una cacería de brujas, porque han solicitado los expedientes y una supuesta lista de 17 curas que han cometido abusos pero nada se les ha otorgado.
Al respecto, el padre César Isidro Córdova, dijo que hace 16 años se ordenó como sacerdote y desde hace 7 que está a cargo de la parroquia Nuestra Señora del Sagrado Corazón en la colonia Aviación, donde la feligresía al igual que personas de otras ciudades en las que se ha desempeñado le mostró un gran cariño y respaldo luego de que se ventilaran los supuestos abusos que cometió.
Destacó que las acusaciones en su contra son falsas, nunca se le ha hecho un citatorio o informado de una denuncia en su contra, situación que dijo le apena lo que está sucediendo y que afecta no sólo a los sacerdotes, sino a toda la gente que integra la iglesia.
Reconoció que hace varios años que estuvo como sacerdote en Cuatro Ciénegas tuvo coincidencia con Ignacio Martínez Pacheco que tenía 22 años y apoyaba con servicios de sacristía, era una persona con conflictos y problemática por lo que decidió alejarlo y no seguir más trabajando con él, pero en ningún momento se dio otra situación.
Destacó que las difamaciones en su contra serán analizadas por abogados de la diócesis con la posibilidad de denunciar las calumnias que afectan a la iglesia, porque en lo personal no tiene nada de que defenderse porque no existe delito.