AGENCIAS / EL TIEMPO
WASHINGTON
Rick Gates, quien fuera número dos de la campaña del presidente Donald Trump, se declaró culpable de los cargos presentados en su contra en la investigación sobre la presunta injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016.
Fuentes familiarizadas con el proceso indicaron al diario The New York Times que Gates planea asumir su culpabilidad, lo que indica que podría cooperar con las pesquisas.
De esta forma, Gates podría ofrecer información incriminatoria contra su antiguo socio y exjefe de la campaña del multimillonario, Paul Manafort, también acusado en el caso, o contra otros miembros de la campaña del magnate republicano a cambio de una pena más leve.
El fiscal especial para el caso, Robert Mueller, aumentó la presión contra Gates y Manafort este mismo jueves, al presentar más de 30 nuevos cargos en contra de ambos, vinculados con fraude bancario y fiscal.
Así, la decisión de Gates supone un giro en su estrategia de defensa a medida que la investigación está cerrando el cerco a su alrededor, una situación agravada por el hecho de que sus tres abogados defensores han solicitado abandonar el caso.
Las acusaciones presentadas por Mueller argumentan que tanto Gates como Manafort ocultaron a las autoridades estadounidenses millones de dólares que obtuvieron al trabajar como consultores políticos del expresidente de Ucrania Viktor Yanukovych, un viejo aliado del presidente ruso, Vladimir Putin.
No obstante, no está claro qué tipo de información podría ofrecer Gates al equipo del fiscal especial, y ninguna de las acusaciones que recaen en su contra tienen que ver con la cuestión central de la investigación de Mueller: saber si hubo una coordinación entre la campaña de Trump y el Gobierno ruso para interferir en las elecciones de 2016.
Sin embargo, Gates estuvo presente durante los períodos de actividad más significativos de la campaña en los que Trump comenzó a buscar apoyos políticos y desarrollar su operación digital, y permaneció junto al ahora presidente incluso después de que Manafort fuera despedido, en agosto de 2016.
Asimismo, el pasado martes, un abogado vinculado estrechamente con Gates, Alex van der Zwaan, se declaró culpable de mentir al FBI en el curso de la investigación rusa.
En concreto, Van der Zwaan no desveló al FBI que la última vez que se había comunicado con Gates por teléfono fue en agosto de 2016 y tampoco dijo que se vieron en persona por última vez en 2014.
Tampoco explicó a los agentes del FBI que "secretamente" había grabado unas conversaciones que mantuvo con Gates y con un individuo cuyo nombre no ha desvelado el fiscal especial y al que identifica en su escrito de acusación como "persona A".
Van der Zwaan trabajó para el prestigioso despacho de abogados Skadden Arps, con sede en Nueva York, y es yerno de German Khan, un poderoso empresario nacido en Ucrania que ha hecho numerosos negocios con el sector energético ruso.