Frente a Tom Brady y Bill Belichick, los rivales tienden a asustarse, sobre todo cuando parecen a punto de doblegar a ese dúo que ha llevado a que los New England Patriots a ser amos y señores de la NFL. Los Eagles de Philadelphia juran que el temor no los atenazará si tienen la oportunidad de ganar el Super Bowl LII. Brady y Belichick tienen la indudable capacidad de reaccionar en los momentos cruciales, cuando los adversarios sucumben al nerviosismo o bien toman decisiones demasiado conservadoras o raras frente a los pentacampeones del Super Bowl.
Tan sólo hay que recordar lo que hizo Seattle en el Super Bowl XLIX o Atlanta en el LI. Los Pats han adquirido una tremenda confianza durante las cinco campañas que terminaron en la coronación con Brady y Belichick. Se muestran disciplinados en momentos en que los otros equipos caen en el caos, como el mes pasado, cuando presintieron que Ben Roethlisberger fingiría azotar el balón y terminaron interceptándole un pase en la zona de anotación.
Ello dio a Nueva Inglaterra la ventaja de local en la postemporada. “Básicamente, se trata de experiencia y de saber que, sin importar cuál sea el marcador, siempre es posible remontarlo”, explicó Joe Theismann, ex mariscal de campo de la NFL. Theisman mencionó el hábito de Brady, de hacer jugadas que cambian el rumbo de cada partido. Resaltó también la virtud de Belichick, quien lleva a que los contrincantes se aniquilen a sí mismo, tal como lo hicieron los Colts de Indianápolis con aquel infame engaño de despeje en 2015.
Como los 25 puntos de desventaja que los Patriots remontaron, comandados por Brady, en el Super Bowl del año pasado. O el déficit de 10 unidades con el que se toparon ante Jacksonville en la final de la Conferencia Americana. “Hay que dar un partido casi perfecto contra ellos”, lamentó el safety de los Jaguars, Jarod Wilson. Y hay riesgos en eso.
Jacksonville estaba a punto de noquear a Nueva Inglaterra, cuando una serie de errores en Foxborough ayudó a que los Pats anotaran dos veces y volvieran al Super Bowl.
Los Eagles advierten que no darán ayuda a los Patriots el próximo domingo en Minneapolis. “Seguiré diciendo esto, todo lo que importa es lo que nosotros hagamos, lo bien que ejecutemos las jugadas”, recalcó el entrenador de Filadelfia, Doug Peterson. “No puedo preocuparme por eso”.