EL TIEMPO
Al discutir acaloradamente con su esposa, Eduardo, fue herido con un filoso cuchillo por su propia pareja, quien le provocó una herida de consideración, en el brazo izquierdo, este hecho, se suscitó en su casa, ubicada en la Colonia Praderas del Sur, segundo sector, por lo que el afectado tuvo que pedir el apoyo de un amigo, para que lo trasladara al hospital.
Para su buena suerte, cerca del lugar donde se encontraban, había una ambulancia de Ángeles Voluntarios, que apoyaba a los bomberos que atendían un servicio de un supuesto incendio en la Colonia Valle de San Miguel.
Con las manos ensangrentadas y auxiliado por un amigo, fue como arribó el lesionado hasta las calles de la Colonia Valle de San Miguel, para pedir ayuda a los bomberos, tras haber sido acuchillado por su propia esposa, luego de la fuerte discusión.
Los hechos ocurrieron después de las 23:00 horas del sábado, cuando los paramédicos de Ángeles voluntarios, se encontraban apoyando a los elementos del cuerpo de Bomberos, en un incendio en las calles de la Colonia Valle de San Miguel.
Repentinamente, un vehículo tipo Pontiac, color rojo, se detuvo a un costado, solicitando su conductor, ayuda para su amigo.
Tras lograr bajarlo del vehículo, los paramédicos rápidamente le brindaron los primeros auxilios, pues el hombre identificado como Eduardo Lozano, presentaba una fuerte cortada en la mano izquierda, misma que le había provocado una hemorragia de consideración.
Tras lograr controlar la hemorragia, los paramédicos decidieron trasladarlo al hospital número 7 del seguro social, donde recibiría la atención adecuada.
Trascendió, que presuntamente Eduardo, se encontraba en su casa con su pareja, en la calle Villa Florida 429, de la Colonia Praderas, cuando estos comenzaron a discutir acaloradamente, hasta llegar a la agresión física, siendo entonces cuando la mujer tomo un cuchillo y lo hirió en la mano, para luego sacarlo del domicilio.
Fue entonces cuando su amigo, arribó al lugar, para trasladarlo a un hospital para su atención, trasladándolo a la clínica 86, al oriente de la ciudad, donde solicitarían la ayuda de un conocido, para que recibiera la atención rápidamente.
Pero al ver la gran cantidad de sangre que Eduardo, perdía, decidió detener su marcha, al ver la ambulancia para pedir ayuda.