AGENCIAS / EL TIEMPO
DACCA, BANGLADESH.- Cientos de profesores de escuelas privadas bangladesíes secundaron, este martes, por tercer día consecutivo en Dacca una huelga de hambre para exigir apoyo económico del Gobierno, al que piden su inclusión en un programa de salarios públicos. "Durante los últimos doce años, he estado trabajando sin paga y viviendo en condiciones inhumanas.
Es mejor morir aquí que volver a casa con las manos vacías", señaló Sohrab Hossain, profesor en una madrasa (escuela coránica) de la región de Barisal, en el sur de Bangladesh. Hossain indicó que recibe poco más de doce dólares al mes de la administración de la madrasa como salario, por lo que se ve obligado a dar clases particulares y a trabajar en una tienda por las tardes para complementar sus ingresos. El Gobierno paga unos 173 dólares al mes, el sueldo mínimo en Bangladesh, a los profesores de instituciones privadas incluidas en el Programa de Pagos Mensuales (MPO, en sus siglas en inglés). Unos 80 mil profesionales de la enseñanza trabajan en 5 mil 242 instituciones sin recibir dinero del Estado, algunos de ellos desde hace décadas, denunció en declaraciones Binoy Bhusan Roy, secretario general de la Federación de Profesores y Trabajadores de Escuelas No Incluidas en el MPO.
El problema, según Roy, es que desde 2010 el Gobierno no ha inscrito nuevas escuelas y universidades en el programa, que en la actualidad incluye a unos 26 mil centros educativos. El ministro bangladesí de Educación, Nurul Islam Nahid, aseguró este martes durante una visita al lugar de la protesta que no se han incluido más instituciones educativas privadas por falta de fondos, dijo Roy. Nahid anunció que el titular de Finanzas, Abul Maal Abdul Muhith, ha dado su visto bueno para liberar nuevos fondos, una noticia que no ha contentado a los manifestantes. "No podíamos aceptar sus palabras porque queríamos un anuncio formal con una fecha específica", resaltó Roy. Cuatro manifestantes recibieron hoy atención médica básica en el Hospital Universitario de Dacca debido a la protesta, aunque ninguno tuvo que ser ingresado, afirmó una portavoz de la Policía del centro sanitario Bacchu Mia.