La culminación de la administración de Monclova, pone en evidencia, a todos los funcionarios, en su afán por servirse, demostrando con ello, que no tienen el don del servicio, como pregonaban al inicio de su trabajo, prueba de ello, es la situación por la que atraviesa la ciudad, al encontrarla sucia y en total abandono, en cuanto a los servicios públicos se refiere.
Es ya cotidiano, que a lo largo de todo el mes de diciembre, se vieron calles sucias, contenedores repletos de basura, ramas en la vía pública y un sin número de escenarios, por donde se palpa o se observa el abandono, pero principalmente, el efímero espíritu de servicio que decían profesar, tanto el alcalde saliente, Gerardo García Castillo, como sus incontables amigos y seguidores.
Calles como la Bravo, en la Colonia el Pueblo, la Anáhuac, que abarca de este este sector hasta el residencial Guadalupe, son escenario del olvido de las propias autoridades municipales, que quedaron al frente y no realizan su trabajo con dignidad, la evidencia es muchas, con las calles de Monclova sucias y repletas de basura, así como desechos.