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Mossack Fonseca utilizó Nueva Zelanda como una de sus nuevas jurisdicciones en 2013, junto a Belice, para aprovechar su alto grado de confidencialidad, exención fiscal y seguridad legal.
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AGENCIAS / EL TIEMPO
Sídney.- Nueva Zelanda es uno de los principales lugares utilizados por las grandes fortunas, en especial latinoamericanas, para ocultar su riqueza, según revela hoy una investigación de la prensa local sobre los papeles de Panamá.
Un banquero ecuatoriano, dos empresarios colombianos del sector del automóvil o un director de cine mexicano, a quienes no se identifica, son algunos de los clientes que aprovecharon el entramado de sociedades ficticias y fideicomisos oscuros de Nueva Zelanda, según Radio New Zealand.
La emisora junto a la cadena TVNZ y el periodista Nicky Hager analizaron más de 61.000 documentos vinculados a la firma Mossack Fonseca, conocidos como los papeles de Panamá, que sacó a la luz el nombre de personas y empresas que tenían fondos invertidos en paraísos fiscales.
Mossack Fonseca, especializado en la gestión de capitales en paraísos fiscales, utilizó Nueva Zelanda como una de sus nuevas jurisdicciones en 2013, junto a Belice, para aprovechar su alto grado de confidencialidad, exención fiscal y seguridad legal.
La firma panameña estableció una filial en la ciudad neozelandesa de Auckland en diciembre de 2013 y buscó captar clientes, especialmente en México, además de Uruguay, Chile, Brasil y Ecuador.
Inicialmente comenzó a hacer negocios a través de la firma contable Staples Rodway, siendo Roger Thompson su principal contacto, pero meses después este ejecutivo creó Bentleys Chartered Accountants.
Thompson dirige esta subsidiaria de Mossack Fonseca en Nueva Zelanda así como la empresa fiduciaria neozelandesa Orion Trust, que gestiona fideicomisos extranjeros y empresas, incluyendo los de algunos miembros del Gobierno de Malta.
Radio New Zealand recalca que si bien Bentleys ha tenido un papel dominante en este sector, otros contables y abogados han creado estructuras similares desde un cambio legal en 2011, lo que llevó a que los fideicomisos extranjeros se triplicaran hasta los 10.697 de este año.
Thompson replicó que "el supuesto de que todos los fideicomisos extranjeros en Nueva Zelanda han sido usados con propósitos ilegítimos no tiene base y se apoya ampliamente en la ignorancia".
Según Radio New Zealand, entre los que utilizaron Nueva Zelanda se encuentra el israelí Asaf Zanzuri, director ejecutivo de Balam Security, un proveedor de equipos de seguridad en varios países latinoamericanos.
También está el presidente del banco venezolano Italcambio, Carlos Dorado, que creó junto al abogado mexicano Luis Doporto el fideicomiso Abbotsford Trust.
Otro es el ingeniero minero brasileño Bruno Lima que presuntamente buscaba utilizar las estructuras neozelandesas para gestionar empresas para exportar químicos prohibidos en su país a México.
La empresa con sede en México, Bald Eagle Service, vinculada a Michael del Vecchio, fue descrita por la información como uno de los mejores clientes de Mossack, dado que logró que magnates mexicanos tengan fideicomisos neozelandeses para guardar sus patrimonios.
Ante el escándalo, el primer ministro neozelandés, John Key, aseguró a TVNZ que Nueva Zelanda no es un paraíso fiscal, recalcó que el país "apenas" se menciona y "es un pie de página" en los papeles de Panamá.